“Nada más cruel e inhumano que una guerra. Nada más deseable que la paz. Pero la paz tiene sus causas, es un efecto. El efecto del respeto a los mutuos derechos“. — Jorge Eliécer Gaitán Fuente: Publicado en "El Combate" de Costa Rica. 1933
Con la llegada al poder en Colombia de una figura política de izquierda por vez primera en ese país andino, caribeño y amazónico se abren las incógnitas y las esperanzas.
Para entender el crucigrama político que se avecina en aquella tierra de tanta mezcla de razas y culturas debemos primero definir algunos conceptos e ideas. Las nociones de izquierda y de derecha nacen en Francia en 1789, durante la Revolución Francesa, para extenderse luego a los sistemas políticos del mundo.
En agosto de 1789 en la sala de la Asamblea Constituyente debía conocerse del poder que debía concedérsele a Luis XVl. El debate era tan acalorado y pasional que terminaron agrupándose del lado derecho del presidente de la asamblea los seguidores de la Corona y del izquierdo los revolucionarios interesados en tumbar la monarquía; eran los progresistas que querían un cambio. Es decir, los que querían cambio, y los que querían conservar el viejo sistema, aunque algo modificado. De manera que podríamos decir que izquierda significa cambio y derecha conservadurismo.
Colombia es abundante en recursos naturales. Es uno de los países mega-diversos con cerca del 14% de la biodiversidad del planeta, uno de los más ricos en recursos hídricos y posee las más grandes reservas de carbón, oro y plata, como también petróleo, sin embargo, es todavía un país con un alto índice de pobreza… (cerca del 46%).
La abundancia de estos recursos y la pobreza han creado una desigualdad en la que el conflicto armado ha jugado un papel crucial.
El presidente Gustavo Petro viene como figura señera de primera línea de las filas del M-19, uno de los movimientos armados que surgen como consecuencia de la desigualdad e injusticia social que ha vivido Colombia y la mayoría de los países latinoamericanos desde la colonización hasta la fecha.
Este grupo, así como otros grupos alzados en armas, surgió por la inexistencia de una política social justa, de parte tanto de los distintos gobiernos como de los grandes grupos de poder económicos.
El nombre de este grupo armado surge a raíz del fraude de las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, que dieron ganador a la Presidencia a Misael Pastrana Borrero sobre el general Gustavo Rojas Pinilla. Algo inexplicable fue la simpatía que tenía Rojas Pinilla sobre este grupo de izquierda, habiendo sido Rojas un dictador de derecha..
El 17 de enero de 1974 publicaron el último letrero en la prensa colombiana que anunciaba “ya viene el M-19”. Ese mismo día se realizó la operación del robo de la espada de Simón Bolívar por un grupo de jóvenes que pretendía enarbolar y desenterrar los ideales bolivarianos.
El comandante de la operación del robo de la espada de Bolívar fue Álvaro Fayad, alias "El Turco".
Las autoridades encontraron un comunicado que decía: "Bolívar no ha muerto. Su espada rompe las telarañas del museo y se lanza a los combates del presente. Pasa a nuestras manos. Y apunta ahora contra los explotadores del pueblo".
Con el robo de la espada de Bolívar, el M-19 inició sus actividades y le dejó entrever al Gobierno de Colombia que con la espada del Libertador la lucha había comenzado para librar a los colombianos de todos los males que estaban sufriendo.
Guardamos en el vagón de los recuerdos que en el pasado el M-19 tuvo muchas actuaciones desacertadas. Está latente, el ataque al Tribunal Supremo de Justicia en la que murieron todos los jueces y algunas personas que allí se encontraban. Dicho acto criminal fue patrocinado por el reconocido narcotraficante Pablo Escobar, con el fin de eliminar los archivos de las acusaciones que lo pretendían enviar extraditado a Estados Unidos.
De manera principal, recordamos dentro de nuestro sentimiento más profundo, la odiosa toma de la embajada dominicana en Bogotá ya que quien escribe estas líneas fue testigo de excepción del secuestro que duró 60 dias. Veintitrés diplomáticos quedamos a merced del M-19, siendo en ese momento dueños de nuestras vidas. Nunca hubo maltrato físico hacia nosotros, pero sí psicológico. Estas vivencias las tenemos escritas en un libro que saldrá a la luz en su momento.
Debemos decir con honestidad que esas acciones criminales del pasado fueron de cierta manera olvidadas y perdonadas por el acuerdo de paz que hizo el M-19 con el gobierno, cuando hicieron entrega de las armas. A partir de ese momento los guerrilleros pasaron a ser políticos y cumplidores de las leyes. Rosemberg Pavón, quien fuera el comandante UNO del temerario operativo en la toma de la embajada, llegó a ser alcalde del Tolima y posteriormente funcionario del gobierno de Álvaro Uribe.
Después de haber visto la toma de posesión de Gustavo Petro como nuevo presidente de Colombia, y haber oído sus discursos, principalmente el pronunciado recientemente ante el ANDI (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia), tengo puesta mi fe y mi creencia de que realmente será un presidente de una izquierda real, que hará cambios fundamentales en el sistema injusto que ha golpeado a Colombia toda la vida. En esa comparecencia magistral explicó detalladamente cómo se crea y se aumenta la riqueza y cómo esta debe favorecer tanto a los empresarios como a la masa pobre del país.
Creemos firmemente en que este bien capacitado hombre sabrá llevar por el mejor camino a esa querida Colombia que recordamos con tanto cariño y que ha sido sacudida por setenta años de guerra fratricida e innumerables actos de terrorismo. También creemos que sabrá poner distancia entre los dictadores de Venezuela y Nicaragua, mal llamados socialistas del siglo XXl.