Hemos escrito diversos artículos sobre seguridad y movilidad vial tomando en cuenta la gran importancia de su contribución al desarrollo de los pueblos, tanto a nivel económico, como a la propia salud de los humanos y de nuestro planeta.
A propósito de la Tercera Conferencia Mundial sobre Seguridad Vial, celebrada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su sede de la ciudad de Nueva York el jueves 30 de junio y viernes primero de julio pasados, sería importante analizar lo que ha sido la seguridad vial en nuestro país en los últimos años.
En febrero 19 y 20 del 2020, se produjo la Declaración de Estocolmo, que fue aprobada en la Tercera Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial, celebrada en Estocolmo y donde de manera muy general se adoptaron resoluciones con miras a reducir las muertes y lesiones por accidentes de tránsito en un 50% en el año 2030, lo cual se ayudaría a lograr adoptando una serie de medidas, como son la promoción de medios de transporte de calidad, ambientalmente racionales, seguros, accesibles y asequibles, especialmente en el transporte público y no motorizado para preservar y desarrollar la seguridad de los peatones y de los ciclistas. De igual manera se exhortaba a los estados a ver la seguridad vial como un asunto en el que participen todos los actores con la responsabilidad principal de los gobiernos. La educación y aplicación de las normas a los conductores deberá jugar un papel de relevancia en el camino hacia una mejoría de la seguridad vial.
En nuestro país del 2016 al 2020, últimas informaciones disponibles, en cuanto a las muertes y lesiones por accidentes de tránsito, se tiene lo siguiente:
Año Muertes (1) Lesionados (2)
2016 3,118 105,873
2017 2,804 97,821
2018 3,006 109,705
2019 3,204 112,162
2020 2,711 83,520
Fuentes: (1) Observatorio Permanente de Seguridad Vial (OPSEVI). (2) Ministerio de Salud Pública (MSP)
La misma fuente anterior indica que las muertes en accidentes de tránsito están encabezadas por las motocicletas, con mas de un 68% del total y que además nuestro país tiene uno de los índices de mortalidad vial mayores del mundo y segundo en toda América, con aproximadamente 35 muertes por cada 100,000 habitantes, siendo el promedio mundial de unas 18 muertes por cada 100,000 mil habitantes.
Esta realidad se correlaciona en principio con la composición de nuestro parque automotor, el cual es de por mas totalmente anacrónico y en el que las motocicletas eran en el año 2020 (DGII), 2,695,456 de un parque total ascendente a 4,842,367, es decir un 55.6%.
Al analizar la serie anterior, es fácil concluir que, nuestro país en cuanto al cumplimiento de las metas para reducir la mortalidad vial en un 50% para el 2030, va por un mal camino ya que del 2016 al 2019, tanto las muertes como las lesiones por accidentes de tránsito en lugar de irse reduciendo se han incrementado, de 3118 a 3,204 y de 105,873 a 112,162 respectivamente. Nótese que no se ha considerado el año 2020 en el que las muertes y lesiones ciertamente se redujeron, esto debido a que durante ese año todas las actividades comerciales, empresariales y en general se vieron significativamente reducidas como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Entendemos que el INTRANT, junto a otros actores del sector nacional y organismos internacionales han preparado el Plan Estratégico Nacional Seguridad Vial (PENSV) 2021-2030, en el que definen muy bien los ejes principales para lograr alcanzar los objetivos del decenio, por lo que las bases están diseñadas, ahora lo que falta por ver es que estas sean aplicadas y que produzcan los resultados esperados y el cual quizás llevaron y presentaron en la Tercera Conferencia Mundial sobre Seguridad Vial indicada arriba.
Particularmente nosotros somos de opinión que la seguridad vial en nuestro país tiene problemas en sus raíces que hasta que estas no sean arrancadas no podremos blandir el alcance de los objetivos que se han definido en las últimas conferencias mundiales sobre seguridad vial.
Se podrían señalar algunos de los principales obstáculos del país que limitaran las metas de reducción de las muertes por accidentes viales.
Parque vehicular con una composición de un 55% de motocicletas y con proyecciones para los próximos diez años a un 60%, vehículos que por lo menos en nuestro país resultan muy difícil de controlar en las vías y son los causantes de mas del 55% de las muertes por accidentes viales. Hay que recordar que, si no se controla una de las partes y en este caso la mas importante, es imposible controlar el todo.
Mayoría de los conductores con muy poca educación cívica y obviamente sin educación vial, por lo que se hace difícil en las vías dominicanas que se respecten los derechos de los demás y el respecto a las leyes y normas de tránsito.
En las vías, no existen las autoridades que apliquen las normas y leyes de tránsito y como en la mayoría de los casos no hay consecuencias cuando estas se violan, entonces el transito es un real infierno y muy poco seguro.