El 23 de enero de 1973 se produjo un acontecimiento sin precedentes en la política haitiana y que ocupó los titulares internacionales de la época: un comando secuestró al embajador estadounidense acreditado en Puerto Príncipe, sir Clinton Everett Knox, cuando se dirigía a su residencia privada en Pétion-Ville. Desde la residencia, Clinton E. Knox llama a la sección consular de la Embajada para iniciar las negociaciones de 24 horas en las que participan los gobiernos haitiano y estadounidense y los opositores políticos. Uno de los mayores problemas políticos y diplomáticos a los que tendrá que enfrentarse el presidente Jean-Claude Duvalier, y su futuro depende en gran medida de ello.
Knox sirvió en el Ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial (1943-1945) como analista en la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), predecesora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Tras la guerra, trabajó para el Departamento de Estado desde 1945 y permaneció allí 28 años, hasta su jubilación en 1973. Knox empezó como funcionario del Departamento de Estado. Ingresó en el Servicio Exterior estadounidense en 1954 y prestó sus primeros servicios en el extranjero en 1957 como primer secretario afroamericano de la Misión de Estados Unidos ante la OTAN. Durante su estancia en la OTAN ocupó cargos en Francia y Honduras.
Knox fue embajador en la República de Dahomey (actual Benín) durante cinco años (1964-1969). Tras su labor en África, Knox fue embajador en Haití (1969-1973), bajo el régimen de François Duvalier y posteriormente de su hijo, Jean-Claude Duvalier. En 1973, mientras ejercía de embajador en Haití, Knox fue secuestrado bajo amenazas por desconocidos que exigían la liberación de 35 presos políticos y dinero. Tras 17 horas, los secuestradores liberaron a Knox a cambio de 12 prisioneros y 70.000 dólares. El 24 de enero, tras fructíferas negociaciones, el gobierno haitiano accedió a liberar a 12 de los 31 presos políticos para satisfacer las demandas de los opositores al régimen.
La historia nos cuenta que, de la forma más elegante posible, el general Breton Claude y el capitán Emmanuel Orcel, de las Fuerzas Armadas haitianas, anunciaron a los doce prisioneros que los liberaron gracias a la clemencia del presidente vitalicio Jean-Claude Duvalier, y que tendrían la oportunidad de elegir entre quedarse o abandonar el país. Los embajadores de México y Francia acreditados en Puerto Príncipe también desempeñaron un papel clave en las negociaciones.
La historia registra que fue la primera vez que la prensa haitiana pudo transmitir noticias en directo libremente por radio o televisión. El 25 de enero, a petición del gobierno estadounidense, el embajador Clinton E. Knox, que llevaba cuatro años trabajando en el país y era buen amigo del ex presidente vitalicio, el Dr. François Duvalier, se marchó a Washington y nunca regresó a Haití. Sin embargo, trabajó con capitalistas estadounidenses, entre ellos Nelson A. Rockfeller para reconciliar a los gobiernos de Haití y Estados Unidos.
Fuentes: Austen Meek(Clinton E. Knox 1908-1980, BlackPast.org); Charles Philippe Bernoville (Profile Ayiti); Associated Press y United Press International, 24 y 26 de enero de 1973.