A partir de hoy me propongo compartir con los lectores de ACENTO valiosos datos e interesantes informaciones sobre Francia y otros países europeos, muchas veces de manera ligera y otras de manera profunda.
¿Por qué escribir sobre Francia, sus instituciones y su cultura?
En las experiencias vividas por más de 18 años sumergido en la cultura francesa tuve la oportunidad de conocer a esa gran nación y a muchos de sus hijos.
Pude constatar que la mayoría de los dominicanos tienen una percepción de Francia y de los franceses que, en muchos casos, está un poco apartada de la realidad y de su actualidad. En la cabeza de muchos en nuestro país se ha quedado la Francia colonial, la del Siglo de las luces y de sus grandes personajes.
¿Y de la Francia actual, qué? Pocos datos o reseñas nos llegan a través de los medios y de las redes sociales sobre sus tecnologías, los avances espaciales, su economía, su arquitectura y sus artes contemporáneas. ¿Que cuáles son los obstáculos para que eso ocurra? Son muchos, pero el de mayor peso para los dominicanos es el idioma.
Sin embargo, hoy más que nunca los dominicanos tenemos una mayor consciencia de que el mundo no es solo Estados Unidos, Latinoamérica o Europa hispanoparlante y, aunque parezca redundante, existen otras culturas, otras lenguas. Francia es uno de esos universos que se debe conocer.
En lo adelante, en estas líneas pretendo expresar mi punto de vista sobre diversos temas, sobre una cultura rica, fundamentada en el respeto, la diversidad de criterios y el derecho a divergir sin que la sangre llegue al río. Pero también compartiré con los lectores lo que a mi juicio han sido aciertos y desaciertos de esa gran nación.
Reitero, es mi punto de vista y lo hago, entre otras cosas, como una necesidad de dar riendas sueltas a genuinas inquietudes intelectuales.
El mundo francófono no es tan grande como el anglófono; sin embargo, en otras partes de nuestro planeta su influencia es muy considerada y apreciada.
Advierto que en algunas ocasiones me aprovecharé de este espacio para ir un poco más lejos y abordar temas que toquen temas europeos o de algunos de los otros países del espacio Schenguen.
¿Y por qué el título de “Voilà!” para esta columna?
Pienso que para estos fines esa palabra es la mejor y sintetiza todo lo que quiero expresar. Lo cierto es que tiene muchos significados. Es una de la más icónicas de ese idioma. Su uso es variado. Para decirlo de una manera simple, en francés, si lo combinas con un artículo, con un adjetivo o con otras palabras, podría significar: “Eso es”, “Ya”, “Aquí está”, “Listo”, “Eso es”, etc.
Para concluir, expreso mi agradecimiento a Fausto y a Gustavo por brindarme esta oportunidad y por mantener este espacio plural, respetando los diversos puntos de vistas a cerca de cuestiones que pudieran resultar de interés para la colectividad.
Et Voilà!