El Diario La Verdad es una publicación de la red que me llamó la atención porque introduce un “gazapo” que ofendería al país que el presidente Abinader acaba de visitar luego de establecer relaciones diplomáticas.

La República Bolivariana de Venezuela mantiene el reclamo por el Esequibo, toda la zona que sobresale de Venezuela y avanza hacia el Sur hasta llegar a Brasil. Por lo tanto, de facto, no es territorio soberano venezolano. ¿Cómo lo tomará nuestro nuevo socio diplomático? Creo que bien, porque el presidente Abinader fue recibido por su contraparte. Además, en el mapa de “La Verdad” supone a Georgetown cerca de la frontera con Venezuela. Algo lejos de la realidad.

El mapa reivindicado por Guyana es el siguiente:

Lo que sí garantizo es que Guyana es uno de los tesoros escondidos del siglo XXI por la riqueza minera desatada por las nuevas tecnologías: “Uno de los países más pobres de América puede pasar a tener la mayor producción de petróleo per cápita del mundo, trastocando la relación con sus vecinos”. Es Guyana y sus vecinos son los venezolanos.

La afirmación está tomada de un documento de la Universidad de Navarra.

El documento concluye: “En definitiva, la región caribeña de Sudamérica va a estar marcada en los próximos años por el potencial económico de Guyana y su lucha por la supervivencia territorial frente a las demandas también legítimas de Venezuela. Lograr un desarrollo real de la industria petrolera será, sin duda, el mejor blindaje a su futuro como país soberano e independiente. La incertidumbre política de Venezuela, sumida en una enorme crisis, genera el temor a una posible escalada militar como válvula de escape a la presión económica y política interna contra un rival que carece de los recursos para hacerle frente. La capacidad de la clase política de Guyana para gestionar el brutal incremento de sus recursos económicos a partir de 2020 todavía es una incógnita, pero permite imaginar que el segundo país más pobre del Hemisferio Occidental alcanzará grandes cotas de desarrollo si es capaz de aprender de sus vecinos y gestionar un contexto regional que sea favorable a sus intereses nacionales.”

El presidente Abinader pasa revista a la Guardia de Honor a su llegada del Aeropuerto de Georgetown. Fuente externa.

Este “escribidor”, en los años ochenta, en su rol de Secretario Técnico de la Presidencia visitó la República Cooperativa de Guyana –nombre asignado por Forbes Burmham en 1970– en aquellos afanes de crear la Asociación de Estados del Caribe, una promesa que no llegó a materializarse y que ahora languidece. Sin embargo, entonces Guyana asumía su rol económico explotando sus recursos naturales. (Por ejemplo, las “maderas prensadas” provienen de las junglas guyanesas.)

En un giro geopolítico dramático, con el apoyo de Jamaica en el Caribe anglófono, República Dominicana podría integrarse incentivando las inversiones ya presentes de Trinidad y Tobago y unirnos a Guyana y Belice, para reactivar una nueva versión o a la misma Asociación de Estados Caribeños, desde programas específicos y desde posiciones realistas.

Presidente Abinader, es el turno de crear los puentes rotos en el caribe isleño.