El pasado jueves 25, el Dr. Guido Gómez Mazara puso en circulación, en la Biblioteca Nacional, su libro “La Transición Democrática Electoral en la República Dominicana 1966-1996”, Tomo I.

Hubo una gran asistencia, incluyendo al señor presidente de la República, el licenciado Luis Abinader. También funcionarios del Gobierno y personas que con tanto cariño vinieron desde algunos pueblos a darle ese apoyo.

Me siento honrada. Ha sido un verdadero honor  que el Dr. Gómez Mazara, personalmente, me haya tomado en cuenta para que asistiera a ese magno evento, haciéndome la invitación.

Guido Gómez Mazara es nuestra gran reserva. Es un político de trayectoria, coherente en sus ideas y con una firme convicción política. Sencillo, cercano, familiar.

Algo muy valorado por mí es su sentido de familia, quien junto a su esposa ha formado su núcleo familiar por cerca de treinta años.

Su madre tiene un lugar especial en su vida. Recuerdo aquella famosa convención del PRD, en la sede de la Av. Jiménez Moya,  donde fue a votar en su compañía y que se armó tremendo tiroteo. Ella ha estado siempre a su lado acompañándole en todos los momentos importantes de su vida. Él le da ese valor al confirmar que ella ha sido su inspiración y guía.

He tenido la oportunidad de escucharle al dirigirse a grupos populares. Con un lenguaje llano, sin palabras rebuscadas, fáciles de entender, con una facilidad que cualquiera puede seguirle, no importa el grado cultural o académico, es comprensible por quien le escucha. Es un verdadero maestro. Es un placer participar como oyente en una de sus intervenciones.

Pero si interesante es escucharle en el marco político, más interesante es compartir con él en un ambiente distendido, en el ámbito familiar y cercano.

Fue muy grato para mí ver, aunque de lejos, al Dr. Diógenes Céspedes, quien prologó el libro y quien fuera mi vecino en la década del setenta. Ver a Doña Milagros también fue de mucha satisfacción, la veo con energía y la elegancia de siempre. Nunca me olvidaré en un concierto de la Catedral en que me le acerqué y le dije lo bien que le quedaba aquel vestido verde. También debo recordar la última vez que la vi, estaba en un supermercado y cuando me vio le dijo a mi hijo: “cuánta alegría me da verte siempre acompañado de tu madre”. Mucha alegría me produjo ver al Dr. Jorge Asjana, (según escucho, próximo rector de la UASD), quien es hermano mayor de una de mis estudiantes queridas.

Cuando digo que “Guido” es nuestra gran reserva, lo hago convencida de que con esa trayectoria política, habiendo desempeñado muy joven uno de los cargos más importantes de nuestro país, al haber hecho camino no por ser “hijo de”, pero sí respetando esa trayectoria política de sus ancestros, al ser una persona con una hoja de vida creciente en cuanto a preparación, al ser un dominicano que le duele su país y su gente, quien no olvida sus raíces, creo que estoy en lo cierto.