Los horrores de las guerras las viven y sienten las poblaciones que se encuentran en el centro del conflicto, principalmente los pobres, puesto que no tienen nada que ver con el problema.

Los testimonios de las dos grandes guerras mundiales describen lo terrible y doloroso que resultó para los vulnerables estar en el foco del fuego de los bandos en contienda.

Las poblaciones formadas por niños, envejecientes, mujeres, adolescentes, jóvenes y personas en condiciones físicas y mentales delicadas sufren mucho. No se justifica que ninguna ideología de carácter política, religiosa, económica, cultural, étnica atente contra la vida de personas humildes e indefensas.

Los principios humanitarios que la Asamblea de las Naciones Unidas acogieron en Ginebra, después de la primera y segunda guerra mundiales, se avivan en estos momentos en que Rusia, Ucrania, Israel y Palestina se enfrentan bélicamente dejando a poblaciones sumidas en el dolor y la muerte.

El derecho internacional humanitario se establece en 1949 con los convenios de Ginebra, así como los protocolos adicionales. Estos tratan sobre las normas jurídicas que regulan las formas en que se pueden librar los conflictos armados para reducir los efectos que éstos ocasionan.

Proteger a las personas que no participan de los conflictos, los que han dejado de participar y los que sin querer se encuentra en el centro de las hostilidades, es la complicada y difícil tarea de auxilio que realizan los organismos de Protección Civil, Cruz Roja, Media Luna Roja y organismos de asistencia humanitaria.

Las instituciones de protección civil tienen como labor ayudar humanitariamente en situaciones de emergencias naturales y humanas. Estas surgen en el Tratado de Ginebra para aplicar el protocolo de “Protección a víctimas de los conflictos armados internacionales”. Las acciones de estas entidades están orientadas por los principios fundamentales y básicos del derecho internacional humanitario.

Los principales derechos fundamentales son: humanidad, imparcialidad y neutralidad. El primero, sostiene que “el ser humano debe ser tratado humanamente en toda circunstancia a través de la protección de vidas que alivien el sufrimiento”.

El segundo, plantea que “la provisión de la asistencia humanitaria deberá basarse en las necesidades reales no en la nacionalidad, raza, religión o el punto de vista político”.  Y el tercero, “no toma lados en las hostilidades ni se involucra en ningún momento en controversias de naturaleza política, racial, religiosa o ideológica”.

En ese mismo orden, el principio básico del derecho internacional humanitario otorga al Comité Internacional de la Cruz Roja el vigilar y cuidar los derechos básicos y los protocolos adicionales planteados en los Convenios de Ginebra de 1949.

De igual manera, realizar actividades para socorrer al personal militar herido, enfermo o náufrago; visitar a los prisioneros de guerra; restablecer el contacto entre familiares separados por un conflicto; prestar asistencia a la población civil; y procurar que las personas protegidas por el derecho humanitario reciban un trato digno.

Debido al trabajo humanitario que realizan los homólogos de países enfrentados, expresamos apoyo y solidaridad a los organismos de socorros que asisten con sus ayudas humanitarias a las poblaciones vulnerables.

Llamamos a la paz hoy más necesaria que nunca. Los conflictos solo traen dolor, muerte, pobreza y hambre. Gandhi decía: “El odio y la intolerancia son los enemigos del correcto entendimiento; la violencia es el miedo a los ideales del otro; y no hay camino para la paz, la paz es el camino” …