El Ministerio de Salud Pública (MSP), SENASA como ARS pública y el Servicio Nacional de Salud (SNS) como PSS del Estado dominicano, son esenciales para producir resultados de impacto en la salud de la gente. Para generar una alianza de gobernabilidad entre administradores del riesgo y proveedores.
Es decir, el Seguro Nacional de Salud (SENASA) como ARS pública de mayor cantidad de afiliados del sistema, que acumula 5.85 millones de derechohabientes. Igualmente el Servicio Nacional de Salud (SNS), con un estimado de 1,900 proveedores de servicios como concurrencia de entidades públicas, son vitales para que la salud sea escenario, medio y fin del desarrollo.
Son los tres órganos del Estado que tienen competencias legales, legítimas, institucionales y políticas para generar una alianza estratégica entre las 17 administradoras del riesgo en salud (ARS). Sumar los alrededor de 7,500 proveedores de servicios (PSS), habilitados y certificados públicos y privados. Es crear una alianza pública, privada y comunitaria resultado de unos de los proyectos que van perfilándose en el Plan Estratégico Nacional de Salud 2030.
Sus líderes, Daniel Rivera, Santiago Hazim y Mario Lama, demostraron alto sentido de unidad en la pandemia Covid-19. Fueron ejemplos del trabajo común que puede hacerse cuando la convergencia, concurrencia y concertación de acciones inteligentes, se impone por encima de gestiones dispersas. Estuvieron facilitados por una de las principales estrategas de gobernabilidad que tiene el gobierno, la vicepresidente Raquel Peña.
Sabemos que el Ministerio de Salud es el encargado de aplicar directamente o por medio de los diversos organismos de su dependencia, disposiciones y normas en el sector salud, ley 42-01. Tanto el Seguro Nacional de Salud (SENASA), ley 87-07, como el Servicio Nacional de Salud (SNS), ley 123-15 son dependencias públicas con la debida autonomía, pero cuyos planes operativos anuales (POA), deben ser validados por sus respectivos consejos, presididos por el Ministro de Salud.
La gran corporación pública para garantizar servicios de calidad y mantener el nivel de salud de los dominicanos, además de otros organismos claves, la forman el MSP, SENASA y SNS. Los tres organismos están integrados activamente, en el Plan Estratégico Nacional de Salud 2030. Incluso, en estos momentos, por decreto 594-22 del Presidente Luis Abinader, el Ministro también preside el Gabinete de Salud, donde convergen bajo la egida del ministerio, el sector público de salud en su conjunto.
El Ministerio de Salud, SENASA y el SNS son la referencia para las 17 ARS que administran 91 mil de millones de pesos. También para los proveedores, que reciben anualmente, unos 78 mil millones de pago por sus servicios. Somos del parecer que esta masa monetaria es suficiente para implantar con recursos propios, parte del cambio en salud que necesita la nación.
Si las ARS concurren en estrategia común con los PSS, tendremos la mejor masa crítica de proveedores y administradores para implantar el cambio deseado. Muy en especial, en la atención primaria para trasformar la salud en medio, escenario y fin del desarrollo.
A las ARS les ha faltado un aliado estratégico en el Seguro Nacional de Salud (SENASA) con visión estratégica, pública, de conducción del aseguramiento y modulador del financiamiento. Que juegue su papel. Que se construya como una ARS estatal aliada a las otras ARS y a los PSS.
A inicios de los años 90 del pasado siglo XX, recién llegado del exterior, fui contratado por mi Alma Mater, la PUCMM. Una de las primeras instrucciones que nos aportó, Monseñor Agripino Núñez, fue participar en la Comisión de Salud para resolver el conflicto del Ministerio de Salud y el Colegio Medico Dominicano (CMD). Ese fue el principio del sistema de salud y seguridad social como lo conocemos hoy.
El principio de la reforma en salud fueron las movilizaciones que en los años 90 del siglo XX, condujeron a Joaquín Balaguer a reconocer "la crisis del sistema de salud". El per cápita en salud eran 9 dólares anuales en 1990, hoy son 436 dólares, pero no podemos afirmar que mejoramos como podíamos. El proceso fue originalmente desnaturalizado por la omnipotente Comisión de Reforma del Sector. Esa fue unas de las primeras inflexiones negativas.
Hoy nos preguntamos cuál es el punto crítico de disrupción para lograr una transformación real del sistema, que coloque “en salud, primero la gente”. 65 mil fallecidos anuales con más del 70% muriendo de isquemia cardíaca, hipertensión, diabetes, obesidad, accidentes de tránsito y patologías cerebrovasculares, lo imponen. Esta es una tarea prioritaria para una de las naciones del mundo que mejor controló la pandemia Covid-19, República Dominicana.
El Plan Estratégico Salud 2030, surgido de este proceso de éxitos, comienza a vislumbrar que el Ministerio de Salud, es el órgano decisivo para impulsar transformaciones. Muy en especial, el Gabinete de Salud, donde representantes del gobierno ante el sistema de seguridad social, concurren en este plan maestro, con los rectores del sistema de salud.
El Plan Salud 2030 aportará visión y proyectos necesarios para el cambio real. Sabemos que una de las esencias de las transformaciones son economía, información y tecnología. Por eso, en la planificación impulsada, financiación y cambio tecnológico, son vitales.
Tenemos 98% de la población dominicana asegurada. Afiliados que poseen 9.5 millones celulares y usan el internet en más del 80%. Que ARS y PSS, vía líneas virtuales eficaces, logren conductas saludables que eviten enfermedades y emergencias, es una de las primeras victorias de la Estrategia Salud 2030.
Hoy, el Ministerio de Salud con el apoyo de SENASA, el SNS y el Gabinete de Salud, hará lo que debe hacer en rectoría y autoridad para culminar el Plan Estratégico Nacional de Salud 2030. Para armonizar roles de los administradores de riesgos de salud y proveedores de servicios, poniendo la gente y no el mercado, en primer plano.