Está claro que a Chavis Mármol no le gustan los carros. ¿Por eso armó este borlote que unos llaman arte y otros engañabobos, consistente en aplastar un lindo Tesla mediante una cabeza olmeca que él mismo esculpió?

No sé bien a bien cómo explicar lo sucedido: El hecho de que una cabeza prehispánica se use como un medio de destrucción y de protesta. Quizás el arte consista en eso, en suscitar una emoción o cómo se le diga a ese «algo» que nos sacude, nos altera, nos provoca, nos estremece; ya sea en forma de repudio o de atracción.

¿Necesito agregar que no soy experto ni en pintura, ni en escultura ni en nada que se le parezca?  No obstante, es sabido que cuando los impresionistas irrumpieron en el París de finales del siglo XIX, la policía tuvo que intervenir para que los ofendidos espectadores no destruyeran los cuadros a escupitajos y maldiciones, ¿por eso ahora han montado esta obra en un terreno baldío, en la Roma, un barrio más esnob que popular de la ciudad de México, custodiado por unos barrotes tipo frontera gringa?

El de Apan, Hidalgo, cuyo nombre real es Javier Manuel, tras la insistencia de los medios, explicó sus intenciones: «Por muy objeto del deseo, al final es eso, sólo un producto, de un sistema capitalista, lo que realmente importa (es) aquello de dónde venimos, aquello que somos». Así, una cabeza colosal, milenaria, es más trascendente y por eso tiene la fuerza y el derecho de aplastar al fetiche de un carro ostentoso, de casi 50 mil dólares.

Ahora bien, por muy anticapitalista que sea nuestro amigo Mármol –actitud que admiro–,  tristemente no nos podemos escapar de la hidra devoraplata, puesto que primero fue necesario encontrar a algún mecenas incauto para que pagara el Tesla y después, convencer a los dueños del terreno, que regentean el Hotel Boutique de al lado para montar el show, digo, la exposición y, por supuesto, pagarle algo al escultor, ¿o no?

Para acabar pronto, más allá de ruidos, aplausos o rechiflas, todo este alboroto terminará por generar algún dinerito para los involucrados, léase hotel, artista y hasta para Míster Musk (por lo pronto ya le han hecho publicidad gratuita) quien era el principal blanco de los dardos antisistema… Total, ¿en qué quedamos?

Evidentemente, un gesto solidario como donar lápices de colores a estudiantes humildes o darles clases de dibujo o por lo menos de historia (del arte), los salvaría de las garras de dicho monstruo y de las críticas intestinas, pero me he vuelto a salir de la ruta…

En efecto, el maestro escultor ha sido criticado en las redes sociales, ¡qué novedad! Se le acusa de «delitos varios» desde la falta de originalidad hasta el de ser un mero farsante, ávido de fama y fortuna. En su afán por defenderse aludió a la influencia de Jimmie Durham, que también ha destrozado coches «a pedradas» y subió una foto donde vemos un espécimen de la Chrysler feo, viejito, negro y roto por una tremenda roca que extrajo de un volcán cercano a la ciudad de México. La obra se titula Naturaleza muerta con Spirit y Xitle. Cómo se ve, para bien o para mal, el escándalo artístico florece…

Tampoco hay que olvidar que el golpe o mejor dicho el cabezazo, no fue brutal sino calculado: Un par de especialistas dirigieron una grúa tamaño familiar capaz de levantar las 9 toneladas de la piedra. De tal modo que en cuanto termine el furor, no faltara un mecánico que repare las abolladuras, cambie los vidrios rotos y le dé una manita de pintura, pues el motor sigue incólume, así como la batería, que se extrajo previamente para evitar algún percance. Entonces, ¿esto sigue siendo arte? ¿Y si llamamos a dicha tarea de arreglar carrocerías «experiencia artística del enderezado»?

La ceiba es un árbol gris de gigantesca figura, se ve su musculatura medio manchada de gis, escribió el poeta Carlos Pellicer, quien por cierto también fue el responsable de crear el Museo Parque La Venta, donde descansan varias de las 17 cabezas olmecas que alegran el planeta. ¿Podríamos decir que la musculatura gris número 18 se pavonea encima de un carro ostentoso y dizque del futuro? ¿Qué, aunque sea menos antigua es igual de rotunda, igual de imponente, igual de memorable?