Concebir, planificar, organizar, conducir y acompañar procesos gerenciales complejos, requiere de “conocimientos administrativos, financieros y contables para asegurar el logro de los resultados esperados a lo interno” de una institución pública, empresa u organización (Estudios de casos BARNAS, Santo Domingo, D.N., 2018).

El Gerente tiene que tener una “firme determinación para conducir los procesos gerenciales bajo su responsabilidad”. Es decir, el Gerente debe mostrar seguridad en sí mismo/a y, al mismo tiempo, ejercer sus funciones con inteligencia, prudencia y Don de Mando (Escuela de Administración de empresa HARVARD, 2021).

Quien dirige una institución, empresa u organización, “no debe permitir que sus instrucciones resulten inútiles, poco valoradas, insignificantes e inefectivas”. Si lo anterior ocurriese, el Gerente pierde credibilidad y, su autoridad será cuestionada por sus colaboradores (Escuela Administración de Empresa, Universidad Carlos II, España, 2014).

Como se sabe, la prevención de los problemas internos y externos en una institución pública, empresa u organización, “depende de la inteligencia emocional y la capacidad del Gerente para identificar y, prevenir un conflicto” (Mandar puede cualquiera, José de la Luz y Caballero, La Habana Cuba, 1982).

En tal sentido, la Psicología Social reconoce que, la función de “dirigir y conducir procesos gerenciales complejos, es una actividad humana compleja y delicada”. No obstante, el rol principal de un Gerente es “motivar a sus colaboradores/as para que éstos/as asuman como propias, las iniciativas, las responsabilidades y las instrucciones dadas por éste/a (Tratado de Psicología Social, Universidad Complutense, Madrid, España, 2011).

Según conocen los estudiosos de la Economía, la Psicología y la Administración de Empresas, “el recurso más valioso con que cuenta una institución, empresa u organización, es el Conocimiento” (Trato de Administración de Empresa, UNAM, 2011; Contribución a la Critica de la Economía Política, Carlos Marx, población del año 1973, La Habana, Cuba).

Por su parte, Miguel de Cervantes, el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Macha dijo lo siguiente: “has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que pueda imaginarte. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey” (Quijote de la Mancha, publicación del Instituto Cubano del Libre, 1972).

Varios estudios sobre Gerencia y Don de Mando indican que, “el Gerente de una institución pública, empresa u organización que “apoye su gestión en colaboradores incondicionales”, tiene altas posibilidades de fracasar, ya que los incondicionales en sus mayoría son: pérfidos, haraganes, mentirosos y deshonestos, ya que son manejables al extremo (Tratado de Gestión Empresarial UNAM, 2014).

No obstante, cuando un Gerente trabaja con colaboradores talentosos, encuentra en ellos/as voluntad, honestidad y criticidad. Con colaboradores talentosos, el Gerente podrá enfrentar situaciones complejas, sin importar que estas sean duras y exigentes. A las gentes capaces les gusta trabajar con personas talentosas, “lo que crea una espiral positiva para alcanzar los objetivos y los propósitos que se ha trazados la institución, la empresa u organización” (Bill Gates, 2011).

 

 

En otro texto de su autoría, Bill Gates refirió más adelante que, “trabajar con colaboradores capaces, exige estar preparados para conducir y/o llevar una relación difícil con ellos/as, pues a las personas talentosas hay que dedicarles tiempo de calidad para discutir con ellas el porqué de las cosas” (Bill Gates, 2011).

Por su parte, el Gerente de una institución pública, empresa u organización que dirige a personas talentosas tiene que, “aprender a desaprender los viejos métodos draconianos” y, aprender de nuevos, cómo manejar y conducir procesos gerenciales con hombres y mujeres capaces (Estudios de casos BARNAS, 2019).

Los especialistas en Higiene y Salud Mental reconocemos que, “siempre será más fácil trabajar con personas capaces que dotar de talento a un tonto/a”, pues los tontos desarrollan una ínfula de vanidad excesiva y, son además, soberbios, pretensiosos y avasallantes (Tratado de Administración de HARVAR, 2012).

Según varios estudios sobre Gerencia y gestión, “los Gerentes soberbios y vanidosos, aíslan a los colaboradores talentosos y, profieren trabajar con colaboradores incondicionales que son incapaces de contradecir sus locuras y desaciertos” (Tratados de Psicología Reino Unido, 2019).

Como se sabe, el uso de métodos draconianos en la gestión gerencial, “traspasan los límites de la justicia humana, tal y como lo hacían los legisladores griegos draconianos, quienes eran soberbios, proteccionistas, centralistas, autoritarios, nostálgicos y fantasiosos” (Historias de las Guerras y Costumbres Griegas Draconianas del Siglo XVII).

Según la Psicología Social, el Gerente de una institución pública, empresa u organización, debe asumir el rol de hacedor, generando confianza entre sus superiores y sus colaboradores”.

“Mandar lo hace cualquiera; mientras que saber conducir, es un arte” (DTGM, 2021)