Ha transcurrido más de una década desde la última vez que compartimos nuestras charlas matutinas en la acera de su casa y biblioteca. Aún recuerdo la última conversación, unas semanas después del 12 de enero de 2010. Puerto Príncipe, o lo que queda en el recuerdo, atraviesa una etapa decisiva en su autodestrucción final.
«El historiador lleva al lector de viaje por el Puerto Príncipe de antaño. En siete volúmenes de historia, Georges Corvington, que nació el 6 de noviembre de 1926 en Puerto Príncipe, se entrega con profundidad a la capital que ha llevado en su corazón toda la vida. “Corvington presentó la ciudad, su población, su geografía, sus costumbres, sus prácticas culturales y sus códigos. Como observador e historiador social, captó la realidad de la ciudad en su totalidad con una agudeza poco común”.
El volumen VII, el último de la serie, muestra a Georges Corvington nostálgico de su época en su ciudad natal. Recuerda la capital, que era un verdadero destino turístico en el Caribe. La describe como “una ciudad interesante y bastante moderna, con numerosos hoteles confortables, restaurantes de cocina francesa, cines, teatros y clubes sociales. Se puede asistir a conciertos públicos en el Champ-de-Mars (…)”, escribe el historiador, viendo en la capital, una ciudad -en el momento de escribir estas líneas- que se enfrenta a una explosión demográfica.
Georges Corvington falleció el 3 de abril de 2013. Llevaba consigo el recuerdo de un Puerto Príncipe donde se vivía bien. Se fue sin verle la cara a la ciudad que acunó el sueño de su infancia. Pero dejó el recuerdo de alguien que tenía un vínculo orgánico con Puerto Príncipe en particular. Dedicó gran parte de su obra a Puerto Príncipe, poniendo al alcance de todos páginas de la historia de la capital haitiana, distintas de las que hoy conocemos. Ha proporcionado al lector hechos de primera mano, recogidos gracias a su arduo trabajo. “Para construir sus relatos, llevó a cabo investigaciones, reuniendo testimonios y archivos, recogiendo documentos aquí y allá”. Su trabajo basado en hechos ha sido apreciado y tamizado por las críticas de mentes informadas.» (Conozca Puerto Príncipe a través de los ojos de Georges Corvington por Elien Pierre, Le Nouvelliste 16 noviembre 2021).
«Sus cartas no eran ni pletóricas ni insípidas; tenían la calidad y la sobriedad que Pradel Pompilus encontraba en sus escritos históricos. Vino a escucharme con gran discreción al Instituto Francés de Puerto Príncipe, donde yo hablaba del lenguaje normal y patológico. Y seguía siendo este hombre distinguido, muy recto, firme y sonriente, a quien mi mujer y yo vimos por última vez en un acto sobre Toussaint Louverture en el Fuerte de Joux en 2004. Georges Corvington será recordado como un gran historiador, extraordinariamente erudito y gran conocedor de nuestra capital, como un gran escritor de cartas y como un verdadero amigo, discreto, modesto y siempre dispuesto a admirar las obras de los demás. Que su obra inspire muchas vocaciones.» (Georges Corvington, una memoria mayúscula por Jean Métellus, Le Nouvelliste 12 avril 2013).
«En 2009 fue nombrado tesoro nacional vivo en una ceremonia de homenaje organizada por la Fundación Françoise Canez Auguste y la revista Vues d’Haïti, y fue Presidente de la Sociedad de Historia, Geografía y Geología de Haití. En 2011, Livres en folie le rindió homenaje por su labor como guardián de los libros.
Atrapado bajo los escombros durante horas en el terremoto del 12 de enero de 2010, Georges Corvington salió con vida, pero nunca se recuperó de la pérdida de su biblioteca, que contenía la totalidad de Puerto Príncipe y toda su pasión.» (Dieulermesson Petit Frère; Île en île).
Fragmentos acerca de Georges Corvington, traducidos al español por Gilbert Mervilus