Génesis, es una palabra profunda, encantadora y atractiva. Como tal, la palabra evoca la raíz del Ser Humano. No obstante, cuando hablamos de Conducta, nos referimos a los hábitos y comportamientos de los seres humanos en sus relaciones interpersonales, sociales y comunitarias; mientras que, cuando nos referimos al concepto “conducta antisocial”, estamos hablando de la transgresión a las leyes, normas o a una ruptura del entorno legal.

En tal sentido, la conducta antisocial, delictiva y criminal, es vista por la Neuropsicología y Psicología Social, como un trastorno o desequilibro psicólogo y conductual asociada a factores genéticos, psicosociales y socioculturales. Si bien es cierto que la conducta antisocial tiene un origen individual, todavía la Neurociencia, la Neuropsicología, la Psiquiatría, la Antropología, la Sociología y la Psicología Social, no se han podido poner de acuerdo para emitir una opinión consensuada sobre el origen de dicha Patología.

No obstante, todas las áreas que tienen que ver con la higiene y salud mental saben que, la conducta antisocial se aprende en el seno familiar y que, la Comunidad y la Sociedad, son espacios idóneos para reforzar dicha conducta cuando no se aplica “Régimen de Consecuencias o Sanción Social” desde muy temprana edad. Como se sabe, la Sociedad es el reflejo de la suma de las individualidades de las personas, las familias y las comunidades, produciendo el concepto “efecto dominó o cascada”.

Por su parte, Jean Jaques Rousseau en su obra el “Contrato Social” afirma que, el hombre nace puro y la Sociedad lo corrompe. En ese contexto, Rousseau agrega que cuando los niños nacen carecen de pautas y estructuras de pensamientos lógicos. En tal sentido agrega que, la Familia, la Comunidad y la Sociedad, son las instancias responsables de transferir los valores morales, éticos y espirituales a los niños desde muy temprana edad.

No obstante, la Neuropsicología considera que los valores que reciben los niños en el seno familiar, lo hace portador de conductas humanísticas que los diferencia de los demás animales; mientras que  la Psicología Social reconoce que, los padres y padrastros, son los responsables legítimos de transmitir y modelar los valores, hábitos y comportamientos a sus hijos. En tal sentido, agrega que, delegar esta extraordinaria responsabilidad a los centros educativos y a sus maestros, es una actitud que debe ser cuestionada por la Sociedad.

Por su parte, la Doctora Luz García Alonso refiere que, la mayoría de las personas que transgreden la Ley y las Normas Sociales establecidas, lo hacen porque lo han aprendido de sus padres, así como en el medio social en el que éstos crecieron y se educaron. Además, la Dra. García Alonso agrega que los padres violadores de la Ley son “el espejo o el modelo” para que sus hijos irrespeten y violen las leyes y las Normas establecidas por la Sociedad (Estudio psicológico realizado en el 2010).

En tal sentido, la Psicología Social sabe que, hay tres factores que influyen poderosamente en el desarrollo de la conducta antisocial, delictiva y criminal. Estos son: (1) factores biológicos-organicistas; (2) factores  psicoafectivos; y, (3) factores socioculturales. Además, la Psicología Social sabe que el Ser Humano es un fenómeno biológicamente extraordinario, al estar dotado genéticamente de condiciones que todavía otras especies no han podido desarrollar. Como se sabe, cada persona es única, singular, suigéneris e irrepetible.

En tal sentido, los estudios de Adrián Reine de la Universidad de Pensilvania (2004-2020) demostraron que, los jóvenes considerados agresivos, presentaban una actividad bastante activa en la zona del cerebro donde están alojadas las amígdalas asociadas con el miedo; mientras que, la zona que tiene que ver con el razonamiento lógico-cognitivo y la toma de decisiones, presentaba una actividad menos activa.

Por su parte, la palabra psique se refiere al alma. El alma es la parte más sensible, bella y sublime que tiene el Ser Humano. Como se puede apreciar, en la psique se registra el nivel de humanización que experimenta una persona en su proceso de desarrollo (DMS-V, 2018). No obstante, en la antigüedad a palabra psique se asociada a la energía o fuerza que exhibían las personas con alta sensibilidad humana. En tal sentido, la Neuropsicología sabe que cualquier trauma que sufra un niño a temprana edad, podría influir en el desarrollo de una conducta antisocial, delictiva y criminal en su pre-adolescencia, adolescencia, juventud y adultez.

Por lo que hemos visto en el cuerpo de este artículo podemos concluir en que, la conducta antisocial, delictiva o criminal es el resultado de las vivencias y los aprendizajes que han experimentados los seres humanos en su proceso de desarrollo, educación y socialización. De ahí, la importancia de cuidar la higiene y la salud mental de nuestros niños desde muy temprana edad.

“El auge de la conducta antisocial, delictiva y criminal, es el fracaso del Estado y de la propiedad Sociedad”. H. G. Wells