José María Imbert fue el principal héroe de la batalla del 30 de marzo de 1844, librada en Santiago de los Caballeros, donde derrotó a Pierret, siendo jefe de las tropas de aquella ciudad.
Nació en Fudlum, Francia, el 24 de agosto de 1801, hijo de los señores Simón Imbert y María Anna Dupressné.
De Francia se trasladó a Cuba, luego a Haití y, definitivamente, se estableció en la República Dominicana, en la ciudad de Moca, durante la ocupación haitiana. Para esa época era alcalde de allí.
Casó en Moca, con María Francisca Del Monte (nacida en 1808) y procrearon seis hijos: Ana Francisca (1825-1912), Gabriel ( ?-1828), Nemencia ( ?-1929), Máxima Regina, Segundo Francisco (1837-1905) y Honoria Imbert Del Monte ( ?-1843).
Fue por muchos años Corregidor en Moca.
Apoyó el movimiento de los trinitarios, liderado por Juan Pablo Duarte, y formó una célula de La Trinitaria en aquella ciudad. Apoyó desde allí el grito del 27 de febrero de 1844 y Moca se adhirió a dicho movimiento.
Los mocanos, dirigidos por José María Imbert, proclamaron la Independencia a los pocos días de lo sucedido en la Puerta del Conde. Alcanzó el rango de General por los méritos acumulados.
Apoyó sin reserva cuando Duarte fue proclamado como presidente, en Santiago, por Ramón Mella en 1844.
Estuvo también en la batalla de Beller y se destacó en esta.
En 1845, fue designado Gobernador de Moca. De ahí pasó a Gobernador de Puerto Plata
El general José María Imbert murió en Puerto Plata, el 14 de mayo de 1847.
Los hijos, biznietos y tataranietos de éste tendrían una participación destacadísima en la historia dominicana. Ahí tenemos a su hijo Segundo Imbert Del Monte, héroe de la Restauración y Vicepresidente de la República, en 1887.
Segundo Imbert Barreras combatió a la dictadura de Trujillo y estuvo involucrado en el Frente Interno de Puerto Plata, en la Invasión de Luperón, en 1949, presidida por Fernando Spignolio y Fernando Suárez. Ha sido un personaje poco estudiado por nuestros historiadores. Fue vilmente asesinado por Ramfis Trujillo Martínez, después del ajusticiamiento del tirano Trujillo, el 30 de mayo de 1961, en que participó su hermano, Antonio Imbert Barrera.
El Poder Ejecutivo dispuso, mediante el Decreto No. 2140, del 1972, el traslado de los restos del general José María Imbert en el Panteón Nacional, aunque hasta ahora los mismos no han sido depositados en aquel lugar sagrado.