Por medio de un enfoque político que concibe al populismo como una manera de hacer política, de ahí que no se centre en los resultados de la gestión de las políticas públicas, o sea, en el mejoramiento de los índices económicos, o como producto de una coalición social, por lo que lo podemos encontrar en gobiernos que tienden tanto a la derecha como a la izquierda. María Esperanza Casullo

Nota introductoria: Con la publicación del presente artículo inicio una serie artículos, cuyos contenidos fueron parte de los trabajos presentados para las asignaturas del Doctorado en Derecho Electoral, realizado en el Instituto Iberoamericano de Derecho Electoral. Inicio con el análisis del trabajo de Miguel Ángel Rodríguez Vázquez. Catedrático de la UNAM e investigador del Instituto de Investigaciones jurídicas publicista, quien aborda un tema  de gran actualidad.

El autor plantea el objetivo de su trabajo sobre la siguiente premisa: El presente trabajo tiene como finalidad analizar la tensión que existe entre el populismo y la democracia constitucional. Se considera que se produce dicha tensión, ya que el líder populista pretende tener movilizado al pueblo para con­servar su apoyo y con ello mantiene viva la antítesis entre el poder del pueblo movilizado y el poder institucionalizado del pueblo.

El autor se sitúa sobre un conjunto de referentes de juristas tan importante como Carlos Nino, Álvarez inmediatamente establecer el concepto de la existencia del constitucionalismo democrático, el poder que es en las decisiones sobre estos aspectos, por ejemplo el autor dice lo siguiente: Por su parte, la democracia constitucional es una forma de demo­cracia, en la cual se combinan, precisamente, el constitucionalismo y la democracia (Nino, 1997: 13), que se encuentran en tensión, y juega un papel esencial el pueblo (Álvarez, 2013), a quien tiene el poder origina­rio, que se expresa en conceptos como soberanía popular, pero existen límites en el ejercicio del poder y la toma de decisiones, que están fija­dos en las normas constitucionales.

El populismos conceptualmente, no tiene una expresión mayoritaria de consenso,  pero el autor no se precipita  para dar una definición,  más bien se acerca connotados teóricos  que pueden tener una línea más terminada del mismo cuando dice: El populismo se ha definido de diversas formas, por ejemplo, como ideología “de peque­ños pobladores rurales amenazados por el abuso del capital industrial y financiero”; como movimiento rural “que busca realizar los valores tradicionales en una sociedad cambiante”, como movimiento político “que cuenta con el apoyo de la masa de la clase trabajadora urbana y/o del campesinado, pero que no es resultado del poder organizativo autónomo de ninguno de estos dos sectores” (Canovan citada por Lo­vera, 2013: 17-18).

 

El autor nos presenta una perspectiva de análisis de María Esperanza Casullo, la cual aborda tres grandes líneas de enfoque del populismo el enfoque economicista ,sociológico y político y probablemente nos deslicemos sobre esas vertiente del análisis del populismo actualmente.

A través de un enfoque economicista que tiene que ver con la “ma­nera de gestionar las políticas públicas en función de la cual el Poder Ejecutivo distribuye bienes o servicios de manera excesiva o demagógi­ca a los sectores populares para lograr apoyo y éxitos populares inme­diatos […]” (Casullo, 2019: 43).

Desde el enfoque sociológico, el populismo se conceptúa como “un movimiento político que expresa un tipo especial de coalición de clase con base de tipo obrero-industrial y un líder (o una dirigencia) proveniente de la élite o de las clases medias altas” (Casullo, 2019: 43).

Por medio de un enfoque político que concibe al populismo como una manera de hacer política, de ahí que no se centre en los resultados de la gestión de las políticas públicas, o sea, en el mejoramiento de los índices económicos, o como producto de una coalición social, por lo que lo podemos encontrar en gobiernos que tienden tanto a la derecha como a la izquierda.

El populismo  que se ancla en la perspectiva de lo político, es un populismo que realmente lo que procura gestionar lo público para mantenerse en el poder, a este  no le interesa el mundo de la macro o micro economía, tampoco los  procesos productivos, la institucionalidad son más parte de un proyecto ideológico, que procura maximizar el control sobre el Estado en esta tendencia, no se puede diferir, no se pueden auscultar, no se pueden distinguir si son populismos de izquierda, basado en reformas y situaciones propiamente inalcanzable o populismo derecha que pretenden agregar primacía ,supremacía, preeminencia sobre valores nacionales para tratar de esta forma de imponerlo a la sociedad y en ocasiones el mundo.

En la próxima entrega estaré abordado el concepto de Democracia Constitucional desde la perspectivas del pensamiento de algunos autores como Luis Carlos Sáchica, David Held y Bobbio.