La sociedad dominicana recibió un impacto hará ya varios años al ver los resultados de su sistema educativo comparado con los de otros países. Se recuerda la sorpresa y los más variados comentarios cuando hace 10 años aparecía la República Dominicana en el penúltimo  lugar en calidad de la Educación Primaria  en el Informe Global de Competitividad.

Cuando no se disponía de una creíble comparación se entendía a partir de varios estudios nacionales que realmente la educación dominicana no marchaba por buen camino; pero mucho que han contribuido a una plena conciencia de la gravedad los estudios comparativos internacionales que a partir de entonces se presentan, los que lo han seguido confirmando  reiteradamente sin variaciones de consideración.

Iván Séchenov entre sus grandes contribuciones a la psicología cognitiva establecía que  la comparación es un reflejo en el pensamiento de las propiedades esenciales del objeto. Y aunque podría lucir complejo el concepto, una lectura detenida revela su gran certeza y de forma simple se interpreta que se conoce mejor algo o quien sabe realmente se conoce, al compararlo. Y ahí está la educación dominicana en  las distintas comparativas internacionales.

Conviene destacar además que aún con la muy baja presión fiscal de 13.5% del Producto Bruto Interno-BID-  impacta que  se destine a la educación preuniversitaria el 4%, que para el próximo año equivale al 23% del Presupuesto Nacional; al tiempo que personas muy autorizadas por las funciones y el conocimiento de la realidad educativa dominicana afirman que en los últimos 10 años el dinero al respecto se ha dilapidado al no generar aprendizajes de calidad.

Esa introducción en el contexto del tema que se aborda de la Formación Docente tiene el propósito de contribuir  a hacer conciencia de la prioridad en cuanto a una solución a la altura de la  grave situación que persiste en la educación dominicana, de forma tal que efectivamente se rompa ese círculo vicioso de la ya patológica deficiencia del sistema educativo.

Comprendiendo además de que no será una solución de corto plazo, pero sí ha de ser una solución profunda y sostenida en el tiempo. Y como se ha visto, todos los plazos se cumplen. Ya el Pacto Educativo tiene 8 años; desde hace 9 años que se aplica el 4% del PIB; y de lo que fue el histórico movimiento nacional del Plan Decenal hace 32 años de su inicio cual proceso.

Que no se vea por tanto la Formación Docente tan lejos y que se combine inteligentemente con acciones efectivas de corto plazo mediante innovadores programas de capacitación a las y los maestros activos.

Priorizar.