¿Es posible formar una o un docente que siendo-por ejemplo- profesor del 5to de Primaria tenga dominio de estrategias muy efectivas para el aprendizaje significativo?
¿Es posible que esa o ese egresado de una Licenciatura en Educación tenga dominio de las Ciencias de la Naturaleza, las Ciencias Sociales, una sólida formación Matemática y amplios conocimientos de Arte, Literatura?
¿Es posible que la Formación Docente de ese profesional implique además la preparación en Educación Ciudadana, Educación para la Actividad Física?
¿Es posible que esa potencial profesora o profesor tenga al menos 5 niveles de una lengua extranjera preferiblemente inglés?
¿Es posible que esa egresada o egresado maneje con precisión las herramientas de las Tecnologías de Información y Comunicación-TIC-, hoy imprescindibles y medios de aprendizaje de gran impacto?
Además una sólida formación en Teorías y Prácticas de la Educación para comprender junto a su formación social y humanística los tan variados factores asociados a sus estudiantes, circunstancias y contextos.
En el hipotético caso que las respuestas fuesen afirmativas, está claro que esa egresada o egresado no se restringiría al 5to grado, podría considerarse facultada o facultado para cualquier curso de Primaria o Secundaria independientemente de las áreas, niveles, ciclos o modalidades en que labore.
Lo anterior indica además que una vez concluidos sus estudios de Licenciatura en Educación se le facilitaría entrar como docentes por concurso, si existen las plazas vacantes. Pues no tendría el obstáculo de una supuesta especialización evidentemente a destiempo como actualmente acontece. Una vez haya ingresado al sistema educativo sí podría ya en ejercicio optar por especialidades que deberían estar orientadas a las estrategias efectivas que promuevan el aprendizaje óptimo u otros niveles de áreas conducentes a hacer inclusive aportes al avance del conocimiento o innovaciones tecnológicas.
Una carrera de Educación que conduzca a tales competencias ha de ser de las más trascendentes inversiones de cualquier sociedad y del Estado como el principal responsable del desarrollo. Y a quien tome la decisión de esa carrera profesional a partir de esa formación que se describe, hay que darle todas las facilidades para su éxito, que comprenda además la necesaria nivelación, pues generalmente sus potenciales candidatas o candidatos provienen predominantemente de un círculo vicioso de incompetencias que ha conducido por varias décadas a una educación de muy baja calidad.
Lo dicho implica un cambio radical en los enfoques que aun predominan en la Formación Docente. Más si se mira a lo que fueron las Escuelas Normales en sus orígenes se verá que sus maestras y maestros egresados llegaron a ser entonces de los profesionales más competentes del país.
Es posible.