La Normativa para la Formación Docente de Calidad en la República Dominicana (9-15) del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología- MESCyT- responde a un trascendente problema educativo. Se agrega además de que al respecto se han estado haciendo inversiones muy cuantiosas en un país con tantas carencias.
Por lo que hay más que razones para auscultar en cuanto a la pertinencia y efectividad de la 9-15.
Procede hacer un análisis multifactorial de la normativa de forma tal que pueda no solo entenderse sus relaciones con la ansiada óptima calidad de la educación dominicana, aún entre los últimos lugares del mundo, sino procurar las más profundas y precisas respuestas.
Consideremos en esta oportunidad sus aciertos; de entrada, la realidad es que los tiene.
Dentro de los aciertos de la normativa 9-15 está que parte de un correcto diagnóstico de la formación docente en la República Dominicana. Se destaca la proveniencia de las y los estudiantes de la carrera de Educación como un factor a ser tomado en cuenta. Al respecto lo consideramos como una referencia por cuanto si partimos de que quienes estudian la carrera de Educación son bachilleres graduados y certificados, el origen socioeconómico no debería de ser un problema, de serlo sería atribuible más a la calidad de la educación preuniversitaria que a la proveniencia socioeconómica.
El diagnóstico que acompaña la normativa 9-15 destaca además lo relativo a que quienes estudian la carrera de Educación comparten sus estudios universitarios al mismo tiempo con la actividad laboral paralela; eso sí que es un problema a ser considerado por cuanto la cualificación de formación profesional está muy vinculada al tiempo que se le dedica a sus estudios. En tal sentido lo que procede es que dependiendo del origen socioeconómico y hasta al margen de eso, procurar que los estudios de la carrera de Educación respondan a un sistema de becas, que han de estar muy asociadas al rendimiento académico.
Entre los aciertos de la normativa 9-15 se destaca también los análisis en los que se apoya relativos a la casi ausente vinculación de la formación profesional en Educación entonces con los grandes avances que en materia curricular ha logrado el país. Por igual lo que se destaca en cuanto al excesivo énfasis de la enseñanza-aprendizaje centradas en la exposición, las prácticas docentes no reguladas, así como el certero análisis e incorporación de las corrientes mundiales en el área.
Los aciertos que se destacan de la 9-15 indican que se fundamenta en un muy buen diagnóstico. Procede analizar entonces -profundamente- el diseño de la carrera de Educación que se deriva.