Veo mucha gente felicitando al presidente dominicano porque retiró la propuesta de reforma fiscal, la cual era desafortunadamente llamada “Ley de Modernización Fiscal”, como si esa no fuera la función por la cual fue elegido dicho funcionario.
Trato de querer entender a las personas nombradas en una función del gobierno, a los asalariados del mismo, y a los que reciben pagos en forma de asesorías. Pero no he podido, por que el final todos somos dominicanos que nos íbamos a ver frente a una lesiva y desastrosa reforma, que no solo grababa fiscalmente la comida de los hijos de Duarte, sino también servicios, y hasta el hecho de tener una casa o apartamento en condiciones como si el propietario estuviese alquilado de tanto impuesto que habría de pagar.
El presidente dominicano manifestó en una alocución este sábado 19 de Octubre de 2024, que retiraba dicha propuesta de agravar terriblemente lo que los quisqueyanos pagamos de impuestos, posterior a que el jueves 17 del mismo mes, el pueblo dominicano en pleno, representado por todos los sectores, se manifestara contrario y con amplio rechazo, ante la asamblea nacional.
Luego de esta manifestación de rechazo por parte del pueblo, obviamente que cualquier mandatario, reconocido como el mejor informado dentro del Estado, estuvo en condiciones de conocer que el pueblo que le eligió no aprobaba una proposición de impuestos que lesionaba, no solo la economía de la clase baja, la media, y hasta alta, por lo que debió ser el motivo esencial del retiro de dicha desafortunada propuesta.
Confiamos que el presidente dominicano tiene las mejores intenciones en pos de gobernar a favor de todos, aunque algunas de sus iniciativas no la compartimos, pero aun así damos siempre el beneficio de la duda de que se hacen por el bienestar social.
Claro, en un país organizado y donde se respete al pueblo, el ministro de Hacienda de la República Dominicana ya habría presentado su renuncia. Cosa poco vista en países en vías a de desarrollo como el nuestro.
Y retomando el tema principal de este artículo, por el hecho de que un presidente adopte la decisión de retirar una propuesta, o cualquier otra decisión parecida, no es motivo para que tanta gente que uno considera de valor empiece a alabar dicha acción, siendo la misma la función por la cual el funcionario fue votado en las elecciones pasadas.
Es decir, la función de un presidente es precisamente presentar propuestas legislativas, entre otras funciones, como parte de su administración del estado. Que la misma no haya sido popular, sino que obtuvo un masivo rechazo, no es motivo de felicitación. Sino solo de continuar con la libre administración del estado. En la vida hay que procurar no ser extremista y pasarse de la raya, es decir, pasarse de adulador puede ser algo propio de países a los que les falta un desarrollo institucional que solo lo da la educación.
Le deseamos buena suerte el presidente dominicano, y esperamos que todas sus iniciativas beneficien al a este gran país, pero con el conocimiento a que el pueblo siempre ve, y no solo ve, se manifiesta y vota. El pueblo mira y se expresa.