1.- La unión de personas que ocupan un territorio, que las cubre igual cielo y hablan el mismo idioma, las lleva a expresar idéntica preocupación ante problemas semejantes.
2.- De las gargantas de muchos de nuestros connacionales es común y corriente que salgan palabras expresando su entusiasmo y fervor patriótico.
3.- Pero ocurre que ese sentimiento de amor patrio, de devoción por su suelo natal, no se deja ver en la materialidad por la generalidad de los que hacen alarde de entrega a su lar nativo.
4.- Los problemas que de manera habitual suceden en nuestro país están a la vista de todas y de todos. No se requiere el mayor esfuerzo para comprobar su vigencia.
5.- Las manchas presentes en el medio nacional dominicano son signos que permiten tener una idea clara de que no vamos por buen camino.
6.- La denuncia de profesores abusando de sus alumnas; manifestación de actos de corrupción pública y privada; reprobación del 50% de los estudiantes sometidos a las pruebas nacionales; los feminicidios a diario; la criminalidad se hace notoria; pobreza y hambre van de la mano y en aumento; el manejo del fenómeno migratorio haitiano no puede ser peor; presente el ausentismo escolar, en fin, la fuga de cerebros en aumento.
7.- Las cosas feas que nos dañan como país están ahí, y no se nota que repugnan de manera colectiva. Lo que se observa es tolerancia, indiferencia, dejar pasar, no decir nada, más o menos tener aguante.
8.- Ante hechos que hacen revolver el estómago porque disgustan, lo más normal es que la gente de bien reaccione tomando partida en contra.
9.- Querer a su país es luchar por verlo material y moralmente disfrutando de lo que es el fruto colectivo de su esfuerzo físico e intelectual.
10.- ¿Qué amor puede tenerle a su pueblo aquel que voltea la cara para no ver el estado de desastre en que se encuentra?
11.- Lo que está ocurriendo en el país es una desgracia grande en lo social, ético y moral, y no la quieren aceptar aquellos que se han cebado de la calamidad que padecemos.
12.- El desarrollo de la criminalidad y la fuga de cerebros, aunque con actores y motivaciones diferentes, son signos malos de una sociedad dañada en lo material y moral.
13.- El ambiente dominicano de hoy se presta para hacer sentir bien al que está de maravillas y a ese pobrete que permanece indignado, de mal humor.
14.- Aquellos que dirigen la sociedad dominicana se contentan con disfrutarla, aprovecharla, utilizarla a su gusto, aunque la gran mayoría de la gente del pueblo esté para padecer y mucho sufrir.
15.- Lo que nos dice la realidad de la vida es que querer el país, preocuparse por el bien de su pueblo y el bienestar colectivo de la nación, es cuestión de clase e ideología.
16.- La querencia de una persona se manifiesta, con respecto a su gente, en verla feliz en lo material y espiritual, y que el gozo sea posible para la comunidad en su conjunto.