La conectividad aérea tema que hemos tratado en ocasiones anteriores, es un aliado de los pasajeros que utilizan este medio de transporte, porque regularmente en la medida en que más líneas aéreas abastecen el mercado, de igual manera se incrementa la competencia y por regla natural de oferta y demanda el pasajero podrá disfrutar de mejores tarifas. Así mismo se promueve el incremento de las relaciones comerciales, a través del impulso de las importaciones y exportaciones entre los países y finalmente esta adquiere más importancia para países receptores turísticos, ya que los turistas en su mayoría cuando preparan sus vacaciones lo hacen con presupuestos restringidos buscando economías en cada uno de los rubros que componen el paquete turístico, léase, pasaje aéreo, alimentación, alojamiento, tours y entretenimiento. Regularmente el pasaje aéreo es un componente significativo del viaje.

Entendemos que, desde hace más de diez años, el país ha venido gestionando la firma de un acuerdo de cielos abiertos con los Estados Unidos y en el último año ha cobrado mayor atención por lo menos de parte de las autoridades dominicanas que apuestan a los grandes beneficios que este aportaría al país y además al hecho de que una aerolínea “Dominicana” no ha podido iniciar sus vuelos hacia esa nación. Hay que indicar que, esto indudablemente no se debe al hecho de que se requiera de un tratado de cielos abiertos para que una línea aérea dominicana pueda volar hacia los Estados Unidos, ya que para ello solo es necesario que se cumplan con los requisitos que requieren las autoridades, de ambos países. Esta afirmación la hacemos debido a que actualmente existe un convenio bilateral entre ambas naciones que permite que cualquier línea aérea que cumpla con los requisitos de cada parte, pueda realizar operaciones aéreas de transporte de pasajeros y carga a destinos establecidos entre ambas naciones.

Es importante destacar que, un tratado de cielos abiertos básicamente en lo que difiere de un convenio bilateral, este último de gran uso en el pasado y todavía vigentes en muchos países, es que el primero no establece restricciones en cuanto a los destinos que proyecten volar cada uno de los países, pero siempre cumpliendo con los requerimientos  establecidos, mientras que en el caso de un convenio bilateral, se trata de un acuerdo de reciprocidad, es decir, por ejemplo, si el país A desea volar a tres destinos del país B entonces el país B tendrá derechos volar a tres destinos del país A.

Las gestiones para la firma del tratado de cielos abiertos con los Estados Unidos se han intensificado aún más en los últimos meses y a pesar de que de este se conoce muy poco por no decir nada, estas negociaciones han concitado diferentes opiniones encontradas en cuanto a las repercusiones que tendría específicamente sobre la aviación comercial del país, toda vez que podría ser una espada para esta, debido a su debilidad y las situaciones impositivas que afectan los boletos aéreos que son comprados en el país(a los que se le aplica de un 20 al 40% de su valor) y además al alto precio del combustible de las aeronaves gran componente de su costo operacional. Es importante señalar que tradicionalmente los países desarrollados integran y consultan su aviación comercial, para que cualquier acuerdo que firme su estado, no vaya en detrimento de las operaciones aéreas que realizan, en el caso del nuestro país parece ser que las aerolíneas nacionales que actualmente operan en el mercado no han sido consultadas, ni mucho menos conocen los términos de este acuerdo, lo cual no es extraño.

Otros sectores indican que este acuerdo traerá consigo un aumento de la conectividad aérea y de la competencia, lo cual repercutirá en reducciones de las tarifas aéreas, lo que entendemos ha de esperarse. Sin embargo, algunos han llegado a señalar que estas se reducirán en hasta un 50%, lo cual está muy alejado de la realidad y expectativas propias de esta actividad, estas reducciones podrían estar entre un 10 a un 15% en el mejor de los casos.

El futuro de la aviación comercial del país es incierto dadas las condiciones actuales y somos de opinión de que, con la firma del acuerdo de cielos abiertos, este sería aun más complicado, ya que tendrá que enfrentarse con desventajas en su origen a una competencia con muchos recursos, tradición y con el apoyo de su país.