Las ciencias sociales y la sociología dominicana en particular están de regocijos, porque recientemente la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) aprobó, por primera vez, la realización del XXXIV congreso de sociología del 2024, en la República Dominicana.

Por tanto, es motivo suficiente para celebrar, reflexionar y discutir sobre la evolución y, diversificación de la sociología dominicana. Destacar sus logros y, desafíos en el contexto del proceso de modernización que ha experimentado la sociedad dominicana desde los años sesenta hasta la actualidad.

Se trata de tomar en cuenta la evolución de la sociología, a partir de las diversas etapas de transición de la sociedad dominicana: 1966-1978, 1978-1996, 1996-2020 y, preguntarnos por su relación con el Estado, el mercado y la esfera civil: Ongs, medios de comunicación, redes y, movimientos sociales.

De manera que, estos apuntes se interesan por abrir un espacio de reflexión y discusión de la sociología dominicana, frente al compromiso del congreso de ALAS.

En ese sentido, debemos partir de una definición y distinción de la sociología, por un lado, las que llamaré el programa fuerte de la sociología (PF) que, se interesa por dar cuenta de los factores históricos, estructurales, sociodemográficos y tradiciones culturales que, permiten explicar los cambios de los sistemas o campos sociales en un tiempo y espacio social determinado. Y, por el otro, que llamaré el programa débil de la sociología (PD), se interesa por dar cuenta de la estructura de la acción social, las agencias de socialización, subjetivación, individualización y la construcción de las identidades de los actores sociales e individuales en su vida cotidiana.

El programa fuerte está asociado a las diversas explicaciones estructurales, objetiva, cuantitativa y naturales. Mientras que el programa débil, está vinculado a las perspectivas comprensivas, fenomenológicas, subjetiva, cualitativa y culturales. Ambas tradiciones, se complementan y hacen uso de un repertorio de teorías, técnicas, conceptos y significaciones en el estudio del mundo social.

La sociología, al igual que el pensamiento social en general, esta mediado por las características de la sociedad donde surge. La Sociología y los sociólogos que las hacen posible, son el resultado de determinado desarrollo económico, político, social, institucional y, cultural en un tiempo y espacio social determinado.

Por tanto, la sociología del conocimiento, se esfuerza también por captar los cambios en el pensamiento social, en la producción y consumo intelectual, en los factores socio-generacionales que median la construcción de productos intelectuales: libros, ensayos, artículos, teorías, etc., a partir de una situación histórica-social determinada, de la cual surge, poco a poco, un pensamiento social particularmente diferenciado. En este caso, la sociología dominicana.

De manera que, en estos apuntes, nuestro supuesto general es que la sociología dominicana, como práctica reflexiva de la sociedad y las relaciones sociales, es el resultado de tres variables que se relacionan entre sí de manera circular: primero, del particular proceso de modernización de la sociedad dominicana. Segundo, de los cambios en los requerimientos profesionales técnicos, metodológicos en los ámbitos profesionales y, laborales, fundamentalmente en el estado y el mercado. Y tercero, es el producto de los cambios en los paradigmas teóricos y, de investigación social en la esfera académica a nivel global.

De manera que, la evolución de la sociología dominicana, ha pasado por tres etapas. La primera, se configura en el contexto de la posguerra de abril, del régimen de los doces años de Balaguer, la revolución cubana y la guerra fría, a partir de su relación crítica con el Estado y el mercado. Una generación de la sociología crítica que, principalmente, hizo uso de las herramientas analíticas de las diversas expresiones de las perspectivas marxistas latinoamericanas.

En una segunda etapa, a partir de las décadas del ochenta-noventa, en el contexto de la apertura democrática del Estado, pasamos a la profesionalización, tecnificación de la sociología, vía su integración técnica en los procesos de diseños, gestión y evaluación de políticas públicas en el Estado.

Y en una tercera etapa, de mediado de la década del noventa hasta la actualidad, en el contexto de la globalización, los intercambios universitarios globales, regionales, la revolución tecnológica, la educación global virtual, del (re)conocimiento de nuevas propuestas y teorías sociales, se expresa un esfuerzo académico, intelectual, en las universidades, por diversificar la sociología dominicana.

En este momento, estamos en presencia de una renovación de la sociología política dominicana, donde participan varias generaciones de sociólogos e intelectuales y, se manifiesta en el desarrollo de nuevas perspectivas interesadas por la transición de la democracia de partidos, el análisis de la esfera civil, los nuevos actores políticos, como son los medios de comunicación, redes sociales, las ongs, y los nuevos movimientos sociales: feministas, juveniles, ambientalistas que, promueven y hacen posible nuevas formas de participación política de los ciudadanos.

En la actualidad persiste también un renovado interés por los temas sociales, por los estudios sobre la precariedad laboral, la desigualdad, exclusión, migración e inseguridad social que produce el mercado. Por los déficits de las políticas sociales y el deterioro de los soportes institucionales, como son los barrios populares, el desempleo, la educación y, la familia, salud, vivienda, que se expresan en una crisis del proceso de socialización e integración social, sobre todo en la juventud, como también, en el auge de la violencia y la delincuencia en la sociedad dominicana.

Cada día, se fortalece una sociología cultural, interesada por las dimensiones culturales de la globalización, la interculturalidad, la diversidad cultural, la incidencia de los medios de comunicación, las redes sociales, las industrias culturales, los imaginarios culturales y, sus mediaciones en el consumo cultural y, la construcción de las subjetividades e identidades de los dominicanos. Poniendo en evidencia que, estamos en presencia de un interesante proceso de diversificación de la sociología dominicana.