Recientemente la Superintendencia de Bancos (SB) culminó la semana de la ética 2023. Se trató de un programa con un calendario de conferencias a lo interno de dicha entidad y un seminario que contó con un panel y un conversatorio abierto a consultores jurídicos, y funcionarios de diversas instituciones de supervisión, tanto financiera como de valores, y jueces y abogados, entre otros invitados.
Todo se organizó alrededor de la idea fuerza de fortalecer cada vez más los criterios de actuación, las conductas y los estándares éticos del supervisor bancario y del banquero, teniendo como eje transversal la legislación vigente con sus necesidades de vitalización y actualización, como la política estatal de persecución de los delitos financieros y los aprendizajes derivados de casos concretos para extraer de ellos las mejores prácticas.
Entre otras actividades, fueron platos fuertes del temario abordado: el régimen penal de los delitos en el sistema financiero dominicano, conferencia dictada en grado de excelencia por los magistrados Manuel Ulises Bonelly Vega, del Tribunal Constitucional y Rafael Báez García, de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional (1); la ética en la banca y en la supervisión bancaria: aprendizajes y buenas prácticas, conferencia a cargo del autor de esta columna (2).
De igual forma fue realizado un seminario sobre delitos financieros. En este fue abordado el derecho penal económico: desde la teoría a la práctica en la República Dominicana, conferencia que fue dictada magistralmente por el Lic. José Lorenzo Fermín. En este escenario fue tratada la política criminal del Estado en la persecución de los delitos económicos y financieros, en un panel conformado por la Lic. Karina Concepción, Procuradora Fiscal del Distrito Nacional y el Lic. Julio Camejo, quienes expusieron con magnífica visión práctica. Antes de finalizar dicho evento se conoció del anteproyecto de ley que penalizaría las estafas en base de esquemas piramidales y la intermediación financiera no autorizada, presentado ante el Senado de la República por la Lic. Faride Raful, Senadora del Distrito Nacional, a cargo de dicha senadora y este columnista. Al finalizar el aludido seminario, la dinámica consultora jurídica de la SB, Lic. Luz Marte Santana, hizo una magnífica recapitulación, dando con ello de una visión sucinta y comprensiva del contenido de la jornada de todo el día de celebración de dicho seminario.
Además de destacarse el esfuerzo de la SB por sellar cada una de las actuaciones de su personal con la ética y fortalecer su cuerpo moral, se advierte la impronta de dotar a los funcionarios y empleados de dicha entidad del cuerpo conceptual y material, esto es, de las herramientas teóricas y prácticas necesarias para enfrentar cada tarea a su cargo con suma eficiencia, para prevenir las distorsiones y malas prácticas como para garantizar la integridad del sistema financiero nacional y de nuestra economía. Igualmente, forma parte de sus preocupaciones y agenda de trabajo el responder a las necesidades de la debida persecución de los delitos del ámbito bancario y financiero, con la participación y apoyo efectivo al Ministerio Público, como respaldo a los ahorristas e inversionistas del sistema bancario.
Asimismo, con ello la SB fortalece y expande un espacio para, partiendo del diagnóstico de la legislación vigente en la materia y los delitos financieros, analizar y escuchar las propuestas de su actualización para responder a la cambiante realidad del delito.
Antes de Las riquezas de las naciones, donde habló mucho de dinero, Adam Smith, fundador del capitalismo, en su primera obra, Una teoría de los sentimientos morales, afirmó que lo que buscamos y nuestro impulso principal es ser admirado por gente a quien admiras y lo más importante ser digno de dicha admiración. Smith murió triste porque su primer libro se vendió menos que el segundo.
Se trata, en consecuencia, de llamar la atención de que lo cierto es que hablamos de algo más humano, más esencial que debe pasar a ser parte de nuestro ser social. Como sistema de valores inmanentes en una sociedad, con lo que viene impulsando la SB, la moral, y con ello la ética, se constituye en la punta de lanza en las actuaciones de su personal como supervisor del sistema financiero nacional y para los entes supervisados.
Dicho compromiso es, pues, una manifestación del cumplimiento que pretenden sea una realidad constatable, no como simples observadores o cumplidores pasivos de la norma; sino como participantes, en capacidad de hacer efectivo y óptimo el sistema de supervisión y de gobierno corporativo en la banca.
Pero quizás lo más destacable aquí es que, como lo pretende la SB, no basta con tener el buen vocabulario y muchos conocimientos. Son necesarias otras herramientas, imprescindibles, por demás, como la disciplina y la honestidad y, más que estas virtudes morales, la integridad para aplicar el conocimiento.
Todo parte de la ética y más que de esta de la moral, como banco de valores y principios de la supervisión eficaz y óptima. Y no estamos hablando de ética para alimentar nuestro ego, para vanagloriarnos, para presumirlo, ni para llegar al cielo; sino aterrizado, que es para hacer bien a la sociedad, como fin último y destinataria del servicio de intermediación financiera.