Amnesty Internacional y otras organizaciones, como la Comisión Dominicana de Derechos Humanos , acaban de enviar una carta al presidente Luis Abinader, acusando el país de racista, por la política migratoria que supuestamente se está llevando a cabo, con relación a la presencia haitiana, en momentos en que la crisis de ese país llega a niveles inédito desde 1792,cuando ellos los haitianos, lo quemaron todo, y sobre la cenizas de aquello ,que fue la colonia más rica de la época, surge la nación haitiana.
No siendo esta la primera vez, ni la última, que Rep. Dominicana sea acusada de racista, de mal trato a los trabajadores haitianos y, de violar los Derechos Humanos, poniendo en cuestionamiento la imagen del país que vive contando sus turistas, como quien cuenta lingotes de oro en un banco suizo. Y no tiene un equipo pluridisciplinario de técnicos y embajadores, capaces de dar respuestas a estos ataques recurrentes, en los foros internacionales y/ o en el país. Obviando que los haitianos están siendo deportados de todos los países receptores, en especial de Estados Unidos de América.
Cada vez que RD trata de aplicar acciones para regular la presencia haitiana, el recurso es tildar al país de racista ,explotador de la mano de obra ,independientemente de las estadísticas y el fenómeno demográfico, que ilustran como crece la población ,solo en dos meses enero y feb del 2024, se registraron 5,488 partos de haitianas, y el Banco Central en 2023 , señalo que US$ 43.63 millones de remesas salieron para Haití procedente de los haitianos ,que viven y trabajan en el país.
Los inmigrantes haitianos residentes en RD se estiman entre 1,2 y 1,8 millones llegándose a realizar estimaciones de 3 millones, cifras que maneja la ultraderecha y que inspiran el discurso de la invasión haitiana y, la unificación de la isla. Lo cierto es que, desde hace dos siglos, aproximadamente, somos el único recurso cercano de sobrevivencia, y trabajo del pueblo haitiano, reconociendo lo que esa mano obra ha representado para el crecimiento de nuestro país.
Es imposible pretender que una sociedad que sufrió la esclavitud, no tenga rasgos racista, pero es en Haití donde surge y se consolida el racismo en el Nuevo Mundo, como señala la historia haitiana, es allí en 1685 con el Code Noir, donde se declaran y estipulan las reglas, las categorías raciales para mantener en dominación, a todos aquellos que habían logrado alcanzar la libertad, es allí en Haití donde surge una diversidad de colores , de grupos mulatos , cuarterones y negros que determinan y definen la lucha por el poder de esa sociedad ,que siempre ha contado con una minoría blanca, negra, mulata en el poder. Mientras el pueblo, mayoritariamente negro, sobrevive en la miseria recreando las condiciones esclavistas e ideológicas heredadas.
Resulta necesario, un equipo de funcionarios dominicanos ,capaces de defender nuestro país ante estos ataques internacionales, gente seria, formada, conocedora de la historia y las condiciones de vida de los haitianos residentes, que haga entender que no obstante la presión social, que ejerce la presencia de los inmigrantes haitianos en esta sociedad, aquí no sucede nada, a nivel de la confrontación inter étnica, no hay grandes incidentes de convivencia entre el grupo receptor y el visitante; como sucede en Mayotte y otras realidades. Lo que no niega que nos pueda suceder en el futuro.
Siendo el evento de conflicto, más significativo de este siglo, cuando la sentencia 168-13 del tribunal Constitucional estableciendo quienes eran dominicanos, genero cierta tensión, la situación estuvo muy mediatizada y mal interpreta. En el 2015 ,la organización Human Rights Watch y su director José Miguel Vivanco , presentaron un informe que ataco de manera despiadada la regulación migratoria ,que llevaban a cabo las autoridades, dicho informe señalaba que muchos haitianos habían sido despojados de sus derechos ciudadanos , exhortando al gobierno a frenar las “deportaciones ilegales”, e invitaba a los organismos regionales a rechazar el ingreso de nuestro país. Vivanco acuso la RD de” llevar acabo deportaciones de miles de personas sin sustento legal, sin embargo tampoco documento esos casos” como señala Estarlin Taveras en su artículo (2 julio 2015, El Día). Lo que hizo mucho daño al país a nivel de la imagen internacional.
Llamando poderosamente la atención, que sea hoy, José Miguel Vivanco, el individuo que las autoridades han contratado por más de RD$ 85 millones, para limpiar la imagen internacional en materia de Derechos Humanos. Independientemente, de toda su “expertiz”. ¿Cuál es el criterio que prevalece para escoger al que nos ha hecho daño, como defensor? Seamos coherentes. No tenemos quien nos defienda.
No es asunto de Derechos Humanos, tan vapuleados por todo el planeta, es un asunto científico, las sociedades tienen una capacidad de captación de flujos migratorios, y estamos en el límite, Rep. Dominicana no puede ni debe asumir la crisis haitiana. Mientras aprende a defenderse del estigma racista.