Un proceso es una secuencia de acciones que se realizan para acometer una tarea, una actividad, o cumplir con un objetivo. Mucho que se logra en cuando a los procesos cuando han sido detenidamente ponderados o más aun estudiados.
De ahí la importancia de los procesos para un Estado efectivo.
Actualmente se consideran tres tipos principales de procesos: estratégicos, operativos y de apoyo.
Los procesos estratégicos en una organización de la complejidad y rango como el Estado corresponden a las secuencias de acciones de todo su entramado, para cada uno de los poderes que lo constituyen y si se trata del Poder Ejecutivo a partir de los distintos ministerios.
De ahí que poniendo atención especial al Poder Ejecutivo los procesos estratégicos han de determinar la secuencia de acciones orientadas a cumplir los grandes objetivos que se propone. Lo que implica determinar en cuanto a procesos estratégicos lo que corresponde preferentemente a los componentes de planificación, organización, dirección, control, gestión humana y control total de calidad.
Recientemente se han iniciado acciones en la República Dominicana que abordan para el Poder Ejecutivo el componente de organización. Respecto a lo cual se han presentado propuestas e iniciado debates con relación a la pertinencia, fusión o eliminación de varios ministerios. Sobre lo cual entendemos que no debería de descartarse el estudio, evaluación, discusión y propuestas que pudiesen abarcar a todos los ministerios e inclusive más allá, también para los demás poderes del Estado. Tomando en cuenta que de ser asi podría ser un proceso estratégico de una complejidad tal que ameritaría que no fuese considerado como de corto plazo, sino más bien de mediano o largo plazos.
A partir de lo dicho procede hacerse las preguntas: ¿Quién dice que la forma en que está organizado el Estado es la óptima para alcanzar sus objetivos? ¿Cómo se llegó a la organización actual? ¿Qué estudios, evaluaciones o debates las precedieron?
Un simple análisis de la historia contemporánea arroja claras luces de que el Estado que se dispone cual organización en la actualidad bien que amerita el repensarlo a partir de los avances de la Administración Científica; pero es de rigor decir además que ese estudio, ponderaciones o debates que han de surgir deben de estar lo menos sesgados posibles si se procuran productos que correspondan a las reales necesidades de desarrollo.
Los procesos estratégicos relativos a repensar el Estado como organización de ser correctamente abordados tienen la vocación de impactar positivamente además a los procesos operativos y de apoyo que han de seguirle, lo cual indudablemente que contribuiría al Estado efectivo que se aspira.