Es hoy ya evidente a partir de lo que se ha conocido del Estado a través de la historia y en su dinámica en los países del mundo, de la correlación entre su efectivad y el avance de áreas como educación, salud y seguridad social, seguridad ciudadana, desarrollo económico, entre tantas vertientes que contribuyen al progreso de las naciones.

Hay que partir además de que la verdadera sabiduría es la sabiduría colectiva, que aun cuando pueda ser considerado-cual factor- el papel del individuo en la historia, no será la respuesta cuando se aspira al verdadero desarrollo de la sociedad.

En las etapas en las que en el mundo había muy fuerte tendencia con millones de personas que entendían que era posible el cambio radical, gran salto en la historia de la humanidad (revolución) y no así cambios graduales que pudiesen ser efectivos en el tiempo (evolución) se hizo famosa la obra “El papel del individuo en la historia” de Jorge Plejanov que, aunque escrita en el 1898 fue muy leída y seguida hasta en los años 60 y 70 del siglo pasado.

Ahora se trata de enfocar la dirección de un Estado efectivo haciendo acento en su carácter de organización a partir de los avances de la administración científica más que en el peso de los individuos.

De ahí que la mayor contribución de los propios partidos políticos ha de ser promover al Estado como organización partiendo de precondiciones como la real separación de sus poderes legislativo, ejecutivo, judicial, de control estatal, municipal y los bancos centrales para las políticas monetarias; asociado a los avances de la democracia y la transparencia.

Serian esas las bases para lograr así la correcta dirección en lo general y en lo especifico del Estado. De manera que los potenciales funcionarios conozcan y luego apliquen instrumentos que hagan posible la elección adecuada y la más precisa ejecución de los objetivos, en el marco de la correcta planificación, organización, control, procesos, gestión humana, gestión total de calidad, junto a los avances de las Tecnologías de Información y Comunicación-TIC- cual eje transversal.

El mayor aporte de las organizaciones políticas cuya principal vocación se aspira que sea conducir honestamente el Estado, ha de ser además lograr en sus miembros la mayor comprensión y elevadas competencias sobre la dirección y los demás componentes que se le asocian.

Nueva mirada sobre la dirección del Estado de las y los funcionarios y más aún de las y los políticos como servicio auténtico a la nación, dejando atrás el trasnochado “liderazgo”; sería en sí misma una gran contribución al avance social.