Desde mi atalaya de seguimiento a hechos claves acaecidos en esta semana, vi la convocatoria a huelga en la región norte, que sólo impactó de manera maciza en otro día sin clases, por mandato de la ADP, y en las primeras horas con efecto parcial en el comercio y el transporte que se activaron subiendo el día. 

Son sectores de oposición agarrándose al clavo ardiente de un luchismo desacreditado por fallido, y que sólo deja crispación y tensión social, daños materiales, lesiones y hasta pérdida de vidas.

Tras la convocatoria a ese paro estuvieron las fuerzas del pasado PLD-FUPU, evidenciado en que el paro en clases, extendido a todo el país, lo decidió el jefe de ADP, también alto jefe del PLD, mientras en medios en los que Leonel Fernández tiene alta influencia alentaron “el paro”, pese a la manifiesta oposición del sector empresarial, organizaciones del transporte y sindicales.

Sigue Leonel Fernández esos pasos perdidos al convocar para el lunes “una marcha” para que “el gobierno preste atención al alza de los productos de la canasta básica familiar” y para que “los empresarios y el gobierno aumenten los sueldos”.

Es obvio que la “marcha” convocada por un Leonel desesperado por el más alto rechazo popular que tenga candidato alguno (37%, según Gallup-RCC Media), que se proclama “en las calles”, es contra los empresarios, ya que el gobierno acaba de subir por tercera vez el salario mínimo, lleva invertidos muchos miles de millones en evitar que los altos precios de los combustibles impacten a las familias, sobre todo a las más pobres,  ha duplicado la asistencia social y adoptado otras medidas que mantienen a RD muy por debajo de los altos niveles de inflación que se registran en gran parte del mundo.

Se observó en esta última semana de abril que el pueblo asume la inflación no es culpa de Abinader como demuestra la encuesta del Directorio Legislativo cuya gestión cuenta con un 63% de aprobación, encabezando a destacados presidentes de la región que le siguen como el mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con un 61 por ciento; Lula da Silva en Brasil, 49%; Gustavo Petro en Colombia, 44%; Luis Arce en Bolivia, 39%; Gabriel Boric en Chile, 30%; Alberto Fernández en Argentina, 25%, Dina Boluarte en Perú, 19% y Guillermo Lasso en Ecuador, 17 por ciento.

Esta semana se conoció también una encuesta de la empresa Markestrategia, realizada los días 21, 22 y 23 de abril, en la que el presidente Luis Abinader recibe una intención de voto de 55.1%, que lo llevaría a ganarlas elecciones de mayo 2024 en primera vuelta. Los resultados indican que Leonel Fernández tiene 28.1% de favor, Abel Martínez 14.2%, Miguel Vargas 1.1 y Guillermo Moreno un 1.5.

La empresa dijo que 65.9% de los encuestados siente a Abinader como un presidente cercano a la gente y 65.1% aprueba su gestión. Los resultados de ambas encuestas coinciden con los de Gallup-RCC Media, según la cual Abinader tiene el 63% de aprobación y 56.1% de intención de votos de electores que manifiestan seguridad de que sufragarán en las próximas elecciones. Esa alta aprobación ciudadana informa que el pueblo reconoce en Luis a un presidente entregado al trabajo con honestidad.

Yván el Terrible de Elías Piña estuvo en el Senado insistiendo en que la campaña electoral se empape del tema narcotráfico, no advirtiendo ¿o si advirtiendo? que El Quirinazo, lo de Arturo del Tiempo, y aquel alegado empresario de PP, denunciado en su momento por el PRD, apuntan a una de las cabezas del tándem FUPU-PLD, y la otra podría ser seriamente lesionada por revelaciones que habrían hecho a autoridades norteamericanas César el Abusador y un expresidente latinoamericano con andanzas por el aeropuerto El Higüero. 

Luego de que PLD-FUPU se convencieran de que Luis es una locomotora que no para de trabajar, y de que terminará siendo el gobierno que mayor cantidad de obras deje distribuidas por todo el país en un lapso de 4 años, diseñaron una estrategia para desacreditar sus trabajos, muchos detenidos a la espera de completar requisitos legales, por llegar a acuerdos con dueños de terrenos afectados.

Porque pasados gobiernos descuidaron el mantenimiento y reparaciones de obras con más de 50, 60 y hasta 80 años de construidas, conllevan ahora reestructuraciones profundas, o casos como las más de 150 escuelas que gobiernos pasados dieron los avances del 20% para que empezaran a trabajar sin tener los solares en los que levantarlas. 

Como el alto posicionamiento del presidente Abinader lo hace intocable para sus adversarios, PLD-Fupu y algunos guerrilleros colaterales, centran su campaña negativa en contra de otras de las joyas de su corona que después del “combate a la corrupción”, son “construcción de carreteras” y “obras realizadas”, a cargo  del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones y su titular el ingeniero Deligne Ascención Burgos.