Un rosario de despropósitos sobre el gobierno de Sánchez. Ese es el pan de cada día en España.

Cualquier decisión es motivo de proclamar que España se hunde. Que este es el peor gobierno que ha tenido España.

Si se propone una declaración contra los crímenes del franquismo, el partido principal de la derecha, el PP, se rehusa a firmarla. Claro ellos y sus padres con el franquismo
vivían mejor.

España es un sistema parlamentario. Para gobernar hay que lograr mayoría parlamentaria. Si no la tienes con los diputados de tu partido tienes que pactar. Por tanto, el Presidente Sánchez tiene que pactar para gobernar.

El PP para gobernar tendría que hacerlo, pactar. Ya lo hizo Aznar con los nacionalistas catalanes. Lo hace el PP en los ayuntamientos, no sólo con la extrema derecha de VOX, sino con cualquiera que les permita sumar mayoría.

Eso implica negociar. Por tanto, ceder en algo para lograr acuerdos. Eso hace. Con eficacia. El Presidente Sánchez. Hasta ahora.

Su éxito es hacer política democrática, en buscar acuerdos, lo que irrita a todos los que quisieran verlo fuera del gobierno. Para ponerse ellos a hacer lo mismo.

Eso o instaurar un gobierno autoritario, dictatorial, disolviendo a la fuerza un Parlamento donde no suman mayoría.

Los logros de Sánchez:

Cataluña estaba insubordinada. Ahora no. Gobierna allí el Partido Socialista de Cataluña con apoyo de ERC.

Los catalanes, en su inmensa mayoría, han pasado página al sueño distópico de una independencia de España. Prevalece el "seny". El buen sentido común y el realismo pragmático: puro espíritu catalán ancestral .

España hoy es un mejor país para los asalariados. El salario mínimo ha subido en España más de 400 Euros hasta los 1074 euros. El paro ha bajado sustancialmente aunque siga en cifra muy elevada el desempleo juvenil.

Los cotizantes a la Seguridad Social ha subido notablemente. España es una de las economías europeas que más crece en la EU, si no la que más.

La inflación está contenida y España se acerca gradualmente, al nivel de déficit ideal deseado por el ECB/Banco Central Europeo. O sea, España va bien y va mejorando.

Eso en vez de alegrar a la derecha española, la encabrita. Una derecha que no tiene ni tolerancia democrática ni contención política.

Lo que quieren y lo que hacen, no es cooperar por una buena Gobernanza sino desarrollar su estrategia, hasta ahora fallida, de derrocar al Gobierno.

Es una derecha que no ha asimilado las reglas del juego democrático. En lo constitucional han tardado cinco años en cumplir con el mandato de renovar el Consejo General del Poder Judicial, CGPJ. Simplemente porque allí tenían mayoría y no querían respetar lo reglado.

Siguen con sus reflejos franquistas, autoritarios, caciquiles. De conciliabulos con sus agentes conservadores y reaccionarios, en las instituciones, en la burocracia,en otros poderes del Estado para bloquear en todo lo que puedan al gobierno.

Controlan los medios de comunicación principales y han desarrollado múltiples diarios y otras publicaciones digitales. Tienen miles de robots de cuentas falsas en las redes sociales, para atacar cualquier acción del gobierno.

El objetivo es crear una opinión pública que no vea la realidad tal cual es. Mienten, distorsionan, calumnian, crean rumores falsos. El periodismo de muchos es un mercenariado. No informan, agitan. Son "relacionadores públicos" pagados, no informadores serios.

Ahora el conservadurismo y reaccionarismo está mezclado con un neoliberalismo radical, contrario a toda regularización de la economía, del mercado, a lo Hayek y Friedman.

Empero, pese a ello, y pese le a ellos, España va bien. Y la derecha detesta eso. Prefiere que España vaya mal, si NO GOBIERNAN ELLOS.

Son de partido único hasta el tuétano. Si no están ellos en Moncloa, todo otro gobierno es, en su cultura política autoritaria-conservadora, ilegítimo.

España en su imaginario les pertenece. Es su propiedad privada. Su heredad.