1.- Los pueblos adquieren los conocimientos de la práctica; de lo que les enseña la realidad; de lo que ven todos los días o muy frecuente.
2.- No hay duda de que volver a hacer o decir lo que se había hecho, hace posible aprender, aunque sea lentamente, sin precipitación alguna, a paso de tortuga. Lamentablemente, en el caso de nuestra gente no ha ocurrido así.
3.- De manera ininterrumpida, por casi 60 años las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos han ido a las urnas a votar, conforme a la Constitución y las leyes, para elegir a quienes les han de representar en los distintos cargos electivos.
4.- Cada electora o elector dominicano en los procesos electorales ha sufragado libremente por el partido o candidato de su preferencia. Ha actuado por la libre, a su gusto.
5.- Los sufragantes, pacíficamente, sin coacción, les han confiado, entregado, puesto a disposición del Partido Reformista, Partido Revolucionario Dominicano, Partido de la Liberación Dominicana y Partido Revolucionario Moderno, y a cada uno por separado, la suma, el conjunto, de principio al fin, el poder real en lo político, económico y social.
6.- Estado, gobierno central, instituciones y órganos, han sido otorgados graciosamente, por el pueblo dominicano a esos cuatro partidos que con el mismo, o distintos nombres, nos han gobernado, administrado, dirigido y señoreado.
7.- Ninguna molestia se le ha causado a los partidos que tranquilamente, desde la desaparición física de Trujillo, han tenido en sus manos a nuestro país por entero para, como es su deseo, manejarlo a su antojo.
8.- El pueblo dominicano ha sido testigo de su libre decisión y de lo que es hoy la realidad; su vida material y espiritual, y el medio donde está viviendo, tal cual es.
9.- Entonces, al llegar a este punto, procede que las mujeres y los hombres que constituyen la mayoría del pueblo dominicano reflexionen en el sentido de qué se ha logrado dándole plenos poderes, durante casi 60 años, a los partidos que nos han gobernado.
10.- Es cuestión de razonar, para desengañarnos; saber si nos asiste la razón; fundamentar de manera juiciosa para sacar acertadas conclusiones extraídas de las condiciones de vida en lo material y espiritual.
11.- Los partidos políticos que han gobernado a la República Dominicana, durante casi 60 años, no han eliminado la pobreza ni el desempleo; no han garantizado servicios de educación y salud de calidad, ni han posibilitado vivienda digna.
12.- Durante los gobiernos de los mismos partidos que han administrado el país por casi 60 años, se han desarrollado los fenómenos nocivos de la corrupción, la prostitución, la violencia, la mendicidad, criminalidad, narcotráfico y la inseguridad personal y de bienes.
13.- Lo cierto es que desde el 1966, hasta ahora 2024, los mismos partidos, con dirigentes semejantes, han hundido, metido al pueblo cada vez más hondo en lo económico, social, ético y moral.
14.- No es tratar la materialidad dominicana imaginando o teorizando. Lo que procede es ir a la práctica, a lo que hay, y ponerles nombres a los causantes de la desgracia que nos lamentamos padecer.
15.- Ante los mismos partidos del descalabro nacional, dominicanas y dominicanos deben admitir que debemos cambiar de rumbo, porque el camino hasta ahora transitado, en casi 60 años, nos ha llevado a donde estamos hoy, empobrecidos, echado a perder, de mal en peor, de capa caída.
16.- Procede que haga constar que quien escribe se ha referido a su país, el mismo donde ha vivido desde su nacimiento hace más de ocho décadas, y hubiera querido exponer diciendo que en casi 60 años, hemos superado el atraso, o por lo menos que el pueblo dominicano tiene garantía de comida.