Hoy vamos a hablar sobre esos bichos raros que son -somos- los zurdos. Sí, porque a nivel mundial los llamados estrictamente zurdos, los de verdad-verdad solo son entre los hombres y entre el 7% y 5% en las mujeres frente a los diestros que ocupan el restante y apabullante 90%. Y además los zurdos han sido considerados siempre como una especie extraña, no muy bien entendida y hasta estigmatizada por amplios sectores de las sociedades de muchos países.

La palabra zurdo proviene del vasco, ez ker, que significa la mitad de una mano, no zurdo, y está emparentada con las de zur ¨ avaro¨ ¨tacaño¨ y ¨zurrun ¨inflexible¨ ¨pesado¨, y también esa difícil lengua tiene la palabra esker de las que se derivan la castellana izquierdo y la catalana esquerra.

Así como a los niños les gusta mucho los caramelos, el vasco -el euskera- es un idioma pre románico que le gustan mucho las zetas, como lo demuestran sus nombres de ciudades y apellidos como, Zarauz, Otazu, Albizu, Zumaya, Alzola, Ozaeta, Zumalacárregui.

Según los señores que llevan el estetoscopio enroscado como una pitón en el cuello y un talonario de recetas en la mano, los zurdos por ironías biológicas piensan con el lado derecho de la caja de sesos, y los diestros con el izquierdo. Esto conlleva algunas curiosas e importantes diferencias como veremos más adelante.

A nivel político, social, e incluso religioso la palabra derecha ha tenido y tiene más suerte que la izquierda. Muchísima más. En la política las derechas han dominado o están acabando de dominar a las izquierdas, desde las más radicales de antes como las soviéticas que han claudicado con la señora perestroika, o la china a la que se le está echando mucha agua al vino hasta quedar casi un refresco de cola.

Y hasta las más paniaguadas recientes como las de Nicaragua, Bolivia, e inclusive la española del PSOE, o la que se avecina en Colombia con el amigo Petro. Cuba es una izquierda anquilosada y en estado de conserva esperando ansiosamente a que se abra la lata.

Desde siempre los que tienen cuartos son de derechas y los jodidos son las mayorías que nutren las izquierdas, salvo algunas excepciones como los que pertenecen a la ¨Gauche divine¨ (Izquierda divina) qué llamándose izquierdistas viven como reyes, y algunos intelectuales e idealistas de clases medias y medias altas que a estas alturas del juego aún creen en un mundo mejor y mejorable mediante una revolucionaria distribución más equitativa de las riquezas.

En el enfoque religioso la palabra izquierda tampoco ha tenido demasiada suerte. Las altas jerarquías eclesiásticas siempre han tenido sus faldones bien cosidos a los regímenes de derechas, sobre todo a las derechas ricachonas que las abastecen de monedas y templos, las conservadoras que son tan retrancas como ellas y que las han protegido por afinidad de creencias o pura conveniencia. Son los casos ejemplares tan desejemplarizantes de Franco engullendo hostias hasta el final de sus días y el comparativo de Dios y Trujillo hasta que este les pidió compartir demasiada divinidad.

El credo dice aquello de que ¨el tercer día resucitó y está sentado a la diestra de Dios Padre¨ y preguntamos nosotros por qué no a la izquierda ¿Es qué hay discriminación de lateralidad? Pareciera que sí. Y con en la crucifixión sucede otro tanto, el buen ladrón, Dimas, estaba a la derecha y el malo, Gestas, a la izquierda. De nuevo la derecha es Jennifer López, la buena de la película, y la izquierda el malo Putin ruso invasor de Ucrania aunque en este caso coincidan ideológicamente.

En la vida normal el dinero, ¨la pasta¨, como dicen los gánster en las películas americanas y en especial cuando es muy muy abundante es de las derechas, sobre todo de las conservadoras, rancias y casposas.

La escasez suele girar hacia las izquierdas

En el tránsito vehicular igual, la circulación en la mayor parte del mundo es por la derecha salvo en Inglaterra, la pérfida y siempre contradictoria Albión, y sus países de influencia en África y el Lejano Oriente. Hay muchos más letreros en las carreteras y autopistas de ¨Gire a la derecha¨ que de ¨Gire a la izquierda¨.

Los tornillos roscan todos sin excepción hacia la derecha, las manillas del reloj giran a la derecha y los baños de los bares y cafeterías cuando preguntamos con urgencia están al fondo a la derecha. Se estrechan las manos en símbolo de amistad derecha con derecha. Las izquierdas se quedan viudas, colgando y esperando.

Por qué los accidentes son muchas veces catalogados de siniestros hasta los que se producen por no ceder el paso prioritario de la derecha. Por qué las personas de mala catadura o aspecto patibulario son siniestros aunque sean diestros para clavar cuchillos en la espalda o rebanar cuellos en la vida real. Otra vez la izquierda se lleva todas las galletas en la cara.

En la educación hasta no hace mucho tiempo se alentaba a escribir con la mano derecha sobre la izquierda. Este ha sido mi caso particular. De pequeño como zurdo inicial comencé a escribir con la izquierda pero en los colegios de corte católico en aquellos tiempos esa era la mano del diablo, decían, y me obligaron a escribir con la diestra, de lo contrario te aplicaban la regla de la época, es decir la regla fina de los centímetros y pulgadas pegándote sobre los dedos o la parte superior de la mano. Y para comer lo mismo, la derecha era la correcta y más digestiva… o no comías y punto.

Así dejé de ser zurdo como escribano y de comensal, pero conservo en rebeldía eterna por esa barbaridad el peinarme, cepillarme, cortar el filete, beber el café y el agua, darle al balón o tirar con fusil y otras múltiples acciones más con la izquierda, de mano y pie. Tengo más fuerza en el brazo izquierdo y veo mejor con el ojo contrario al derecho. Aplico en respuesta la durísima e histórica venganza catalana.

A los zurdos se les ha tenido ojeriza desde siglos atrás, se les ha catalogado de raros, de no muy fiables, se trataba de aislarlos tanto por las gentes llanas de los pueblos como por los religiosos de las iglesias. Afortunadamente hoy ya no es así. El zurdo es zurdo como el diestro es diestro, y la arepa es la arepa.

Pero no todo es malo para los zurdos aún hay una de cal… y otra de arena. Ahí va la de cal. Según los científicos que han hecho numerosas investigaciones al respecto, los zurdos son más inteligentes -ese no es mi caso- que los diestros porque al pensar con la derecha del cerebro son más rápidos y tienen más pensamientos alternativos para entender y solucionar las cosas y problemas que los diestros, y por añadidura son más creativos -ahí me guillo yo en la publicidad-

La de arena es que según los científicos los zurdos viven menos que los diestros, bastante menos, diez años promedio para los hombres y cinco para las mujeres. Esperemos que estos señores de bata blanca y microscopio en ojo se equivoquen en este caso como tantas veces lo hacen en otros. También espero que para este pronóstico de vida el escribir con la derecha me sirva de algo…o de mucho, de ciertas cosas hay que aprovecharse de lo bueno de los diestros.

Sobre este tema de bichos raros les recomiendo leer la obra ¨El Zurdo¨ del escritor dominicano José Alcántara Almánzar, un excelente análisis interno con las angustias y limitaciones de un zurdo con un final de película que no se lo voy a contar. Y el autor sabe mucho de eso porque también lo es, y más que zurdo ¡zurdazo!.