Actualmente se invierte mucho tiempo y dinero para obtener el máximo confort. Si queremos conocer un país, ya lo podemos ver en pantalla grande en nuestras propias casas, en sillones reclinables, teniendo la temperatura de nuestra preferencia, con un control en la mano para no tener que levantarnos y ahora con la ventaja de solicitar las búsquedas de forma verbal, sin tener que usar el dedo.

Podríamos decir que está prevaleciendo la ley del mínimo esfuerzo. Sin embargo, lo que no se usa se deteriora y atrofia, de igual forma la poca actividad nos produce una pérdida acelerada de masa muscular. Incluso el rostro de la persona que hace ejercicios presenta diferencias con el de quien no se ejercita nunca.

Lo anterior está afectándonos la salud, por lo que las recomendaciones médicas son: ir a gimnasios, caminar y evitar el sedentarismo.

Nuestros cerebros se están viendo afectados también, por el hecho de que estamos buscando alternativas para pensar lo menos posible, así las discotecas, bares, restaurantes, estadios deportivos o conciertos, se muestran repletos de personas, mientras que las bibliotecas, exposiciones científicas, conferencias culturales y museos, presentan un público mucho más reducido, especialmente en países poco desarrollados. Casi todos disfrutan de la televisión, pero sólo algunos valoran la lectura, porque para leer se requiere mayor actividad cerebral.

Anteriormente se promovía más el ayuno religioso, en la actualidad se considera como un atentado al buen vivir. Sin embargo, todo tipo de limitaciones, pruebas, retos, en fin, los esfuerzos a los que nos sometemos libremente contribuyen a fortalecer nuestro carácter. El ceder sin control a cualquier deseo, nos hace mentalmente más débiles.

El reto principal que tenemos es adaptarnos al mundo en que vivimos, de manera que nosotros y los nuestros podamos ser felices, poniendo nuestro grano de arena para mejorar nuestra realidad. En una empresa, algunos hacen lo que se les encomienda y son buenos empleados, pero otros analizan como mejorar lo que existe, siendo capaces de dar la milla extra necesaria, esos son empleados excelentes, se tornan imprescindibles y tienden a alcanzar los altos cargos de la empresa.

La famosa frase de Nietzsche: “lo que no me mata me hace más fuerte” es cierta, siempre y cuando tengamos la suficiente capacidad de respuesta o reacción, en caso contrario nos debilita progresivamente. Si tus manos se someten a un trabajo pesado se hacen más fuertes, por ejemplo, las manos de un mecánico normalmente son más fuertes que las de un pianista.

La palabra carácter proviene del griego y se refiere a “hacer una incisión o marcar”, como vemos, son las marcas que nos va haciendo la vida y que determinarán nuestra naturaleza o habilidades. Así, cuando fortalecemos nuestro carácter, aumentamos nuestra resiliencia y mejoramos nuestra posibilidad de avanzar, a pesar de las pruebas, retos, pérdidas, dolores y agresiones que podamos tener en nuestras vidas.

Al proponerte objetivos intentando superarte cada vez un poco más, al disponerte a retrasar recompensas o gratificaciones para poder llegar más lejos, todo eso fortalece tu carácter y voluntad, lo que es indispensable para alcanzar las metas que te propongas. Sólo los triunfadores saben la cantidad de sacrificios que tuvieron que hacer para lograr el éxito, los demás lo llaman suerte.

Hace más de dos mil años, la escuela de los estoicos enseñó que la única manera que teníamos para relacionarnos satisfactoriamente con nuestra realidad era mediante nuestra superación personal. Según decían, las cosas son como son y lo único que podemos cambiar es a nosotros mismos, o sea adaptarnos. Séneca y Epicteto proclamaban que la virtud era suficiente para la felicidad.

El camino de la mediocridad es el camino fácil, por lo que lo que a muchos les encanta. Lamentablemente en ocasiones los mediocres logran bastante dinero, de manera que quienes consideran al dinero como el principal valor, se confunden, creyendo que la mediocridad es el camino. Pero nunca es tarde para superarse, muchos grandes hombres surgieron desde cero, quizás desperdiciaban sus vidas y en un momento, una chispa se encendió en sus corazones y pudieron demostrar el gran potencial que ocultaban.

Es oportuno señalar la obra: Subida al Monte Carmelo, de la autoría del fraile carmelita descalzo San Juan de la Cruz, en esta presenta la opción más radicalmente contraria al camino ancho, fácil o de la mediocridad. Señalando en esencia, que quien quiere llegar a Dios, siendo el Todo y lo máximo, no puede aferrarse a nada, debiendo renunciar a todo y darlo todo. La buena noticia es que Dios viene a ti, cuando decides ir a Él, por lo que es un camino que se hace acompañado, ya que cuando se tienen altas metas, la fuerza también llega de lo alto.

Usualmente nos gusta el camino fácil, pero los caminos difíciles son los que nos llevan a la perfección y el valor del éxito se reconoce por la magnitud de los esfuerzos realizados.