En múltiples ocasiones, hemos hecho opiniones favorables a las ejecutorias que ha realizado el presidente Luis Abinader en el ejercicio de sus funciones como principal ejecutivo de la nación.

A través de esta columna, hemos aplaudido muchas de sus decisiones económicas, políticas y sociales tendentes a mantener estable la gobernabilidad en el país.

Durante su primer cuatrienio, Abinader navegó la nave presidencial con las velas desplegadas y viento en popa que le facilitaron la ruta para llegar a puerto seguro al término de su periplo en agosto de este año, para luego zarpar en nuevo periodo presidencial de cuatro años luego de vencer a los corsarios de naves adversarias que intentaron tomar el mando de su navío gubernamental el pasado 16 de mayo.

A menos de dos meses del inicio de su segundo mandato, el presidente Abinader envió al Congreso Nacional su prometido proyecto de Modernización Fiscal, un paquete de medidas económicas que ha levantado las más severas críticas a su gobierno y que atenta contra la paz pública.

En las vistas públicas presididas por una comisión de la Cámara de Diputados, diversos sectores de la vida nacional se pronunciaron en contra del proyecto que elaboró el equipo económico del gobierno y que fuera enviado al poder legislativo para su debate y consenso.

Abinader gusta de escuchar opiniones a sus ejecuciones, y muchas veces ha dado marcha atrás aquellas que han sido duramente criticadas.

Tomando en cuenta las críticas y rechazo al proyecto de ley en cuestión, Abinader procedió a retirarlo del Congreso y buscar alternativas aceptables “para lograr la República Dominicana que queremos”, expresó el mandatario.

En su discurso dirigido a la nación anoche, el presidente dijo “estar convencido de que la democracia debe ser un diálogo constante en la que cada voz cuente y que cada opinión tenga su peso”.

Su práctica siempre ha sido la de proponer, escuchar y si es necesario rectificar. Y eso es lo que ha vuelto a ser el presidente, no solo en esta oportunidad, sino en otras en el pasado, ser coherente con sus principios e ideales que lo caracterizan.

Aplaudimos la valiente decisión del presidente Luis Abinader de retirar del Congreso de la República la propuesta de ley de Modernización Fiscal al darse cuenta de que no recibió el respaldo de la sociedad.

Con su disposición ha desactivado un plan de masivas protestas callejeras a nivel nacional que alterarían la paz pública de que goza la República Dominicana en estos momentos.

Como bien dijo el primer mandatario “aunque las decisiones sean bien intencionadas, (estas) deben cambiarse cuando no responden a las expectativas de la gente”.