En la República Dominicana, y en parte importante del mundo, necesitamos, caminar, relacionarnos, trabajar, con paciencia, con un alto espíritu positivo, de optimismo, de firmeza, principalmente cuando tenemos que actuar denunciando o protegiendo a quienes denuncian ante los hechos de personas que han actuado de manera antisocial, violentando reglas, leyes, que regulan la convivencia sin violencia, sobre todo con niñas, niños y adolescentes.

EN RD nos cuesta asumir las consecuencias cuando afectamos a otras personas, cuando las herimos, las lastimamos, maltratamos, ejercemos violencia, de diferentes maneras. Y a menudo queremos proteger a los agresores si son cercanos a nosotros/as, de diferentes maneras.

Con respecto a la violencia sexual hacia niñas, adolescentes, tenemos la dificultad, en RD, de una historia, de vivencias, donde la misma se viene naturalizando, invisibilizando.

Definitivamente, se tiene que seguir aclarando que antes de los 18 años, los/las menores, no pueden consentir las relaciones íntimas sexuales; esto es un delito según el Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, ley 136-03.

Disponible en: https://www.ministeriodeeducacion.gob.do/docs/marco-legal/leyes/ley-que-crea-el-codigo-para-la-proteccion-de-ninos-ninas-y-adolescentes-no-136-03-go-no-10234-del-07-de-ago-del-2003.pdf

El artículo 14 de esta ley 136-03 establece:

Art. 14.- DERECHO A QUE SEA DENUNCIADO EL ABUSO EN SU

CONTRA.

 

Los profesionales y funcionarios de las áreas de la salud, pedagogía, sicología,

trabajo social y agentes del orden público, directores y funcionarios, tanto públicos como privados, y cualquier otra persona que en el desempeño o no de sus funciones tuviere conocimiento o sospecha de una situación de abuso o de violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, están obligados a denunciarla ante las autoridades competentes, estando exentos de responsabilidad penal y civil, con respecto a la información que proporcionen.

 

Párrafo: El incumplimiento de esta obligación conlleva una sanción penal de uno

(1) a tres (3) salarios mínimos establecido oficialmente. La sala penal del Tribunal de

Niños, Niñas y Adolescentes es competente para conocer de esta infracción.

 

Es importante que se difunda esta información, que se interiorice en las organizaciones e instituciones, pues cuando una niña, niño, adolescente, es violentado, quien conozca de la situación debe sentirse en pleno derecho de hacer la denuncia ante el ministerio público, de manera directa, aunque no esté de acuerdo su superior.

 

Es conocido que, si se conoce de una violentación de la integridad de los NNA y se da vuelta con la información, puede suceder que la persona que está violentando intimide, se esconda, se aleje, para no asumir consecuencias.

 

También puede pasar que haya alianzas, temores, de las demás personas, que les puede faltar un poco de entereza, valor, integridad…y querer que el hecho no se conozca. O que se preste a recibir dinero por parte de la persona que agrede o de los familiares.

 

Las autoridades competentes para hacer cumplir la ley, llámese Ministerio Público, jueces, juezas, policías, deben canalizar la denuncia, y como dice el artículo 14 de la ley 136-03 quien denuncia está exento de responsabilidad penal y civil.

 

Hay que inspirar confianza a los/las NNA para que hablen, esos les alivia, para el sufrimiento, pues suelen ser amedrentados con amenazas; la violencia sexual puede ser con toques, miradas, avances verbales, sexuales, penetración, caricias, de todo tipo, no deseados.

 

Hay que denunciar porque eso evita que la sociedad esté desprotegida de este tipo de accionar hiriente, abusivo…También al ponerse una alerta la persona que viene abusando no escala en actuaciones más abusivas, compulsivas, y puede recibir terapia, ayuda psicológica, psiquiátrica…y el aislamiento le ayuda al control.

 

Debemos ante todos ser fieles a proteger a las y los niños, adolescentes, no importa que creamos más en las personas que agrede; la agresión es oculta, hay que hacer un esfuerzo por creer en los /las NNA.