Madre: ¡Un cirio de amor que nunca se apaga!
Madre: ¡Un beso que cura dolores y tristezas!
Madre: ¡Abrigo de mis desconsuelos!
Madre: ¡La más bella y espectacular flor del universo!
Madre: ¡Una oración permanente de esperanza!
Madre: ¡Una vida que da sentido a la vida!
Madre: ¡Una sonrisa que llena vacíos!
Madre: ¡Heroína de mis naufragios y fans de mis aciertos!
Madre: ¡La más bella sinfonía de alegría y abnegación!
Madre: ¡Unas manos celestiales que sanan heridas!
Madre: ¡La más sublime canción del hoy, mañana y siempre!
Madre: ¡Un perdón sin límites!
Madre: ¡Un susurro que pone en cause lo desbordado de nuestras emociones!
Madre: ¡Una lágrima que conmueve el corazón de una roca!
Madre: ¡Una melodía que arrulla mis pensamientos!
Madre: ¡Manantial cristalino e inagotable de un amar revestido de misericordia!
Madre: ¡Un perfume con aroma de santidad!
Madre: ¡Un edén sin pecado!
Madre: ¡Una poesía con sentimientos estéticos de profunda humanidad!
Madre: ¡Refugio protector de despertares y atardeceres!
Madre: ¡Virtud paciente de un escuchar sin cansancio!
Madre: ¡Un oasis en mi incertidumbre!
Madre: ¡Dulce quietud que conforta!
Madre: ¡Un confiar sin vacilaciones ni doblez!
Madre: ¡Brújula del buen proceder de la conciencia!
Madre: ¡Eres aliento de cada suspiro y sostén de los sueños consagrados!
Madre: ¡Tú regazo es un hogar celestial de felicidad!
Madre: ¡Una reina que nunca pierde su corona!
Con tan solo mencionar tu nombre todo cobra significado. Mirarte es contemplar una primavera eterna. Tus brazos es un bunker de ternura y paz. Oír tus palabras son versos que refrescan el alma.
Tus consejos son sabios pétalos que cubren el camino de la razón. ¡Y es que tu madre mía, eres mucho más de todo lo que puedo decir! Siempre te das por completo sin esperar nada a cambio.
Cada vuelo que emprendo en el firmamento de la vida, mis alas cobran vigor por tus enseñanzas. Cada latido de mi corazón significa el sonar de la gratitud por darme la vida. Tu resistencia y valentía se sobrepone a cualquier prueba. Gracias por darme tanto y nunca te quejas.
¡Eres un regalo extraordinario, majestuoso y hermoso de Dios!
¡Eres mi bella flor perfumada!
¡Eres compasión y bondad infinita!
¡Eres mi joya incalculable!
¡Te amo madre querida!
¡Felicidades, madre mía y a todas las madres del planeta!