En el plan de estudios de la maestría de epidemiología que presentamos como resultado del acuerdo entre la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, el Ministerio de Salud Pública y el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES), firmado el siete de julio del pasado año, precisamos los grandes paradigmas que debe superar esta ciencia en la República Dominicana.
Contamos con los insumos que nos aportara el ministerio de Salud, y su ministro, pasado director de la Escuela de Medicina de la PUCMM, Daniel Rivera, sobre el tipo de epidemiólogos que necesita la Republica Dominicana como parte de Centroamérica y el Caribe, en el contexto pandémico mundial.
Asimismo consideramos los aportes independientes de la red de epidemiólogos y salubristas de la República Dominicana, donde debaten y aportan herramientas técnicas, los doctores y especialistas, entre muchos otros, Martha Butler, Leonelo Batista, Cecilia Buchanan Vívot, Pedro Luis Castellanos, José Selig Ripley y Ernesto Guerrero. También contamos con el apoyo teórico conceptual de mi compañero de toda la vida en estas lides, el doctor, Edmundo Muñiz Patín.
Sin embargo, hicimos una revisión bibliográfica que inició por rescatar autores tales como el chileno Rolando Armijo Rojas en su Epidemiologia básica. Además como contrapartida a Jaime Breilh, en su epidemiología crítica: “una nueva forma de mirar la salud en el espacio urbano”. Un profesional ecuatoriano consultor original de la Facultad de Ciencias de la Salud de la PUCMM, egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, con posgrado en Epidemiología y Estadística, de Escuela de Higiene y Salud Pública, de la Universidad de Londres.
Nos sirvió también de referencia la compilación de 1988 “El Desafío de la Epidemiología”, publicación científica 505, editada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington. Recopilación que hicieron los epidemiólogos Carol Buck, Álvaro Llopis, Enrique Najera y Milton Terris. Carol Buck fue profesora de epidemiologia de la Universidad de Ontario Occidental en Londres, Canadá, estudió Medicina en esa universidad y salud pública en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Álvaro Llopis, médico venezolano, profesor de epidemiología y bioestadística del Departamento de ingeniería Sanitaria de la Universidad Central de Venezuela que estudió medicina en esta alta casa de estudios. Se especializo en malaria en la Universidad de Paris y estudio salud pública en la Universidad de Londres, Inglaterra.
Por su parte, el otro editor, Enrique Najera fue profesor y director del departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, España. Fue consultor y oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Finalmente el maestro de maestros, Milton Terris pasado editor del Journal of Public Health Policy y expresidente de la Asociación Nacional de Política de Salud Publica de los Estados Unidos de América (EUA). Pasado profesor del Departamento de Medicina Preventiva y Bioestadística de la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto, Canadá, y del Departamento de Medicina Social y Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal. Terris fue presidente de la Asociación Americana de Salud Publica (EUA) y la Sociedad de investigaciones Epidemiológicas de USA.
En su momento (Años 80 del pasado siglo XX), ellos debatieron y analizaron la función de la epidemiología en los países en desarrollo del hemisferio occidental.
Después de formular y analizar ideas e iniciativas sobre el uso y las perspectivas futuras de la epidemiología en América Latina, los participantes formularon importantes recomendaciones para ajustar la práctica de esta ciencia a las necesidades.
Se convino en que la cuestión epidemiológica más importante de las Américas era el cambio del perfil de la salud de la población precipitado por las transformaciones del capitalismo o la economía de mercado.
Indicaban que en la mayoría de los países de las Américas, al mismo tiempo que persisten las enfermedades transmisibles se han unido a ellas, cada vez más, enfermedades no infecciosas que afectan principalmente a los adultos y a los ancianos, los accidentes y los males relacionados con las condiciones de trabajo y la contaminación ambiental. En las naciones industrializadas, la evolución de las enfermedades fue diferente.
La Epidemiología mundial está desafiada de nuevo y en este contexto, la PUCMM y el Ministerio de Salud Pública, inician a finales de año (2022), una decisiva maestría. La pandemia Covid-19 es sólo el comienzo. Salimos del Holoceno, período que duró 12 mil años. Fase donde surgió la civilización humana que conocemos. Nos adentramos en una nueva época, el Antropoceno. Período donde los humanos, mediados por el mercado capitalista, asumimos un modo de vida destructor del medio natural y la salud.
Guiados por el dinero, célula del capitalismo, nos convertimos en la fuerza más peligrosa para el futuro del planeta y la aparición de nuevas enfermedades. Esas son las conclusiones científicas más fundamentadas.
En este contexto, República Dominicana, como muchos países de América, necesita de epidemiólogos en cada una de sus 32 provincias, 12 puertos marítimos y 8 aeropuertos internacionales. Al menos 200 especialistas en epidemiología, que operen programas de control de las principales enfermedades infecciosas y no transmisibles.
Los directores provinciales de salud (DPS), deben ser auxiliados por verdaderos expertos en manejo de brotes, epidemias y pandemias. Profesionales bien retribuidos, que operen y entiendan el urbanismo para asegurar el control del medio construido como destructor de la base natural del planeta.
Desde la fundación de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) en la década de los años 70 del pasado siglo XX, la PUCMM se distinguió, incluso por encima de otras universidades, por colocar la Epidemiología y Matemática, al centro de la formación médica. Jaime Breith, Edmundo Granda y Juan César García, se contaron entre los principales diseñadores curriculares.
Con este programa, la universidad cibaeña vuelve a su puerto de origen, retorna a sus mejores esencias. La epidemiología redimirá como competencia crítica. Conocedora de enfermedades infecciosas, diabetes, hipertensión arterial, isquemia coronaria, obesidad, enfermedades mentales, accidentes y violencia.
Una generación de nuevos epidemiólogos aportará dominicanos más saludables. Que implanten el Plan Estratégico Nacional de Salud. Que identifiquen nuevos riesgos, orienten las prioridades y uso de recursos para gestar salud colectiva. Una masa crítica de epidemiólogos que no se limite a problemas concretos, sino que considere más de cerca la sociedad como fuente, causa y solución de problemas de salud.
La evolución de esta ciencia será valorada en esta maestría, mediante textos perdurables porque subrayan la importancia de esta disciplina en campos no tradicionales como la seguridad ciudadana y los accidentes de tránsito, también en los acuciantes problemas mentales. También porque contribuirán a definir escenarios, tendencias y conocimientos avanzados. Valoraremos el marco histórico del progreso de la epidemiología como disciplina y como instrumento para resolver los problemas sociales de este siglo XXI.