Así es. Así se escribe. Así lo escribo. Trazos, palabras, grafías, silencios. Al principio, se dice, homero creó el mundo, creó una tierra amarilla y verde. En el principio también creó el poeta su mundo y todo hubo que señalarlo con el dedo de la mano derecha y con el dedo de la mano izquierda; la historia de todos los seres humanos. Se llevó a cabo mediante signos, señales, tachaduras, garabatos, palabras genéricas, unidad de elementos, quiasmos, lunares y fantasmas aquello que debe  aparecer: la fábula, la fábula de la tierra, yugo del pájaro. Toda la ruina de accidentes, pieles, memorias retorcidas, maxilares y antebrazos; la fábrica del cuerpo es única ley, figura y canon, burla y escucha de la roca; búsqueda, modo y forma; la biblia y el Corán; en fin, todo lo que ha caminado y pensado en subterráneo el ojo del profeta, el vigía, la coma. La guía de espacios y silencios han creado el sonido de cada letra, de cada voz de cada cortadura, de cada ausencia. Montesino, fuera, fuero, lugar del pathos. Enfermedad de escriba. Orbe del filo en aurora lóbrega.  Rara polifonía cúbica y triangular. Nada de epitafio y así la historia y así la historia crea su propio vínculo: malaria del signo, signa, clic. Así es la novela, mi novela, tu novela: signatum, signatura. Coda; rerun natura ósea que dirigió y dante, joyce, beckett. Y por supuesto, los condenados de este mundo. Ellos asumen la desdichada y agradecidamente despiadada forma de vida en la nube, en el espejo, especulum humanae vitae. Ay, un reflejo de la vida humana e inhumana. Porque las ratas y gusanos han creado un sindicato para escribir una novela de la vida y de la muerte, en el aroma y la angustia en la cabeza del Orinoco; allí donde nacen y se reproducen los signos como en galeno, en filoteo, en caledonio, en la escriba y prostituta; es así y entonces como se escribe la historia eclesiástica, la novela-historia diabólica del mar de letras, donde aguarda el secreto de los nomina sacra, la nómina purpúrea del mes fulminante, dolida por lo que caiga, por quien caiga abatido, por lo que habla de manera secreta, daño público y púbico; daño ambiental secreto, secretísimo; secretada historia y secretosa lumbre; desde entonces hada ha dejado de significar de producir espasmos, reglas en el suelo convertidas en punta del ojo, al dedo, la memoria. Pues de eso se trata: del laurel y del sello; barriga repugnante donde se escuchan los pedos de la noche, rumores secretos, voces ahogadas donde el lenguaje oficial ha impuesto sanciones y ha propiciado vestigios inminentes: la lengualengua lenguamuda lenguamarga lengualarga lenguazota lenguaruta lenguaraje lalengua prostituta; sin embargo la lengua no es el final. La esfera que acusa a homero, virgilio, dante, segismundo malatesta, evocadores de iconos, emblemas, jeroglíficos, lucha solitaria entre márgenes y bordes; anima mundi, rosa de fuego, fluida, destruida, envanecida, envilecida y soterrada, nada de sema semaion semainomenon; puro signo, relato novelesco; guion: el lenguaje será siempre abierto, menos circular; la serpiente, observa bien: cada paso que das reproduce la memoria y ciertamente caes al abismo, cae el ojo, se divide la tierra; punto y centro. La mirada entonces ilumina la huella, se convierte en movimiento, el ciego quiere ver, pero medita su mano cadavérica, relata el tiempo su piel y resbala, desdibuja el cuerpo, parece decir que vuela y absorbe la palabra, la línea y el círculo penetran en la bóveda silenciosa; el arco extiende puntos y materias; el icono induce a lo que es vida; la figura, el cuerpo, los sitios del hombre, toda música estalla y se convierte en fragmentos, jeroglíficos y nombres que pueblan la noche de pólipos y tarántula. La imagen se advierte en este ensayo de novela y así, la palabra, la ola duda. Sombra. Círculo que abraza el cuerpo, adivina la topografía del hechizo, pellizca la noche, recuerda y mata lo que corta; cierra lo que abre; los anillos y el verbo no era dios y el verbo no era dios; la carcajada rodó por la ventana,  la carcajada eres tú, solo musical. Solo tono. Solo punto. La tercera noche es la nota grave, el pentagrama; es el vértigo. La noche cae al centro y no sucede nada. Magia y vórtice. Cábala que todo lo gobierna desde allí: boca lagunosa. Es el otro que nos mira. Diván. Adán. Santo espíritu. Numerología oculta. Se trata del amor. Del odio y la sirena. Ha salido por el ano la palabra. Aries. Tauro. Géminis. Nota media de escorpión. Los mundos imaginan otros mundos. Se originan los emblemas. letras sagradas y profanas. Lengua sagrada destituida. Cada palabra es una nota astronómica, hija del demonio y de la especie. Ojo que no escapa al mundo. Es la travesía. Liberado el horizonte acude el tacto a la figura. No se niegue. Escuche bien. Arrodíllese. Toque con su piel la boca. Tinta y sangre. Tinta es sangre tinta, es odio, e odio de la muerte. Así hablaba ella. Gorgona, la serpiente cósmica. El falo cósmico. Aventura del planeta. Puede ser que la novela no haya terminado. La vulva cósmica no se ha cerrado; no ha sido clausurada todavía. Santa virgen. Sacramentísima virgen. Azarosísima virgen. Dijo él desde el infierno. Su oído escucha. Solo su odio habla. Debo librarme de esa infame entidad que es el rey de todos los males. Tenga cuidado. Aún no ha sido destronado. La nave dificulta su traslado, el cuerpo ha callado. Es justo su silencio. Grano de sal en hueso doloroso. Seminal latido. Virgo potens. La carcajada otra vez. El núcleo divergente asegura los temblores de la vida. Y sobre todo del cuerpo, sobre todo su resuello, sobre toda la linfa, sobre toda la huella, sobre todo el abismo sobre todo la nada. El origen será el fin del mundo. Nadie podrá gritar sin recordar la letra. La firma. El jeroglífico. La mañana sepultada. Esto que has leído no debe ser secreto. Ceniza y visión. Lobo insepulto. Pacto necesario. Entrada al círculo. Tiempo de la letra. Tumba del lenguaje. Siglo XII. Constantinopla en Villa Mella. Villa Juana en Corea del norte. Ucrania en Haití. Qué más da…