Según los estudios científicos conocidos hasta ahora, la energía cósmica es la fuerza vital del Universo, las galaxias y las moléculas. Como tal, este tipo de energía existe en el espacio y la misma le inyecta vitalidad a todos los organismos vivos (NASA, 2021).
Como se sabe, el descubrimiento de los rayos cósmicos ocurrió en el año 1912 cuando el físico austriaco Víctor Franz Hess demostró que la radiación ionizante venía del espacio exterior (Estudios de Franz Hess, V., 1912).
Además, se sabe que la energía cósmica proviene del Sol y los diferentes cuerpos cósmicos, algunos conocidos y otros por conocer todavía. Como se sabe, la energía cósmica permite la armonía de nuestro cuerpo físico con la mente y, esto a su vez, genera la vitalidad que necesitamos todos los seres (NASA, 2018).
Por su parte, los rayos cósmicos, llamados radiación cósmica, son partículas sub-atómicas procedentes del espacio exterior, cuya energía es muy elevada debido a su gran velocidad. En tal sentido, la vitalidad de nuestro cuerpo físico y la mente depende de la energía cósmica que recibimos los humanos ininterrumpidamente (Reportes de la NASA, 2002-2014).
Los estudios realizados por la comunidad científica internacional refieren que la radiación cósmica es ionizante e irradia partículas con un alto contenido de alta energía proveniente de los núcleos de los átomos que inter-actúan en la atmósfera (Reportes de la NASA-1999 y 2020).
No obstante, la conexión con la energía cósmica se logra a través de los meteoritos, la luz y los rayos cósmicos. Por su parte, las emisiones de los materiales radiactivos dejan a su paso una estela que ionizan el medio y los objetos que atraviesan, cuya naturaleza era ignorada por la Cosmología hasta el año 2004 (Reportes de la NASA, 2004-2021).
Asimismo, la Cosmología descubrió hace apena veinte (20) años que existe un tipo de energía que produce cambios positivos en el bienestar de los seres humanos, llamada Energía de la Vitalidad. Como tal, este tipo de energía estimula el surgimiento de nuevas energías vinculantes que irradia al cuerpo humano (Ciencia de la Cosmología, 1995).
En tal sentido, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que el modu operanti que asume cada persona en particular le proporciona o le resta Energía Positiva y Vitalidad. Según los estudios, la energía positiva estimula el desarrollo y la capacidad de resiliencia en los seres humanos.
Como se sabe, si las personas gastamos nuestra energía positiva en borracheras, trasnochándonos innecesariamente, participando en pleitos y discusiones sin sentido y, al mismo tiempo, tratamos de controlar todo lo que está a nuestro alrededor, nuestro cuerpo físico y la mente se oxidan y, al mismo tiempo, nuestro sistema inmunológico colapsa y nos enfermamos.
Además se sabe que la vida agitada y con mucho estrés enferma nuestro cuerpo físico, la mente y lacera nuestra espiritualidad. Cuando laceramos nuestra espiritualidad la mente se oscurece y pierde vitalidad y, al mismo tiempo, nuestras actividades se vuelven rutinarias y poco productivas.
Por su parte, la Psicología Social reconoce que “todo suceso tiene un por qué” y que las adversidades debemos verlas como aprendizajes y lecciones de vida. Es por ello que el “fracaso personal, profesional, familiar, empresarial, comercial e incluso amoroso” debemos verlo como una oportunidad para revisarnos honesta y críticamente.
En tal sentido, cuando fracasamos los seres humanos “debemos asumir conciencia sobre las casusas que originó el o los fracasos”, con miras a corregir las actitudes y los comportamientos que nos hizo o nos hicieron “fracasar” (DMS-IV y V).
No obstante, “vivir en un círculo vicioso restringido en el que infravaloramos nuestras potencialidades y reservas” nos resta energía positiva y la vitalidad que necesitamos para asumir nuevos retos y dejar atrás el pasado y comenzar de nuevo (DMS-III y IV).
Desde nuestro punto de vista, el año 2023 es una brillante oportunidad para que los dominicanos dediquemos tiempo de calidad a escuchar nuestro cuerpo y nuestra mente. En tal sentido, cuando escuchamos nuestro cuerpo y nuestra mente hacemos conciencia sobre las oportunidades y las potencialidades que tiene cada ser humano a corto, mediano y largo plazo.
Como se sabe, el año 2023 es un año pre-electoral en nuestro país, por lo que nos corresponde como hombres y mujeres responsables identificar las condiciones morales, éticas y espirituales que deben de reunir los/as candidatos/as que aspiran a ser electos/as a alcaldes, alcaldesas, regidores y directores de distritos el 18 de febrero del 20024.
Además, nos corresponde ponderar las condiciones morales, éticas y la capacidad que deben de reunir los/as candidatos/as a presidente o presidenta, senadores/as y diputados/as que aspiran ser electos/as en las elecciones generales a celebrarse el 19 de mayo del mismo año.
Soy un artista del vivir; mi obra de arte es mi vida (Suzuki).