La Corporación Dominicana de Electricidad-CDE- y posteriormente la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales-CDEEE- fueron formas de organización desde del Estado para gestionar el servicio eléctrico nacional. En una etapa mediante empresas públicas de generación, transmisión, distribución y comercialización; luego en una no pocas veces confusa acción conjunta con el sector privado; y finalmente con su liquidación, a partir de lo cual se consolida la descentralización y desconcentración del servicio eléctrico nacional, culminando cual gran avance institucional-gerencial, con el Ministerio de Energía y Minas-MEM- asumiendo su rol como principal instancia del Estado.

Más que abordar los aspectos históricos CDE-CDEEE interesa tomar esa experiencia que mucho ilustra respecto a un componente esencial del Estado.

Al analizar el Estado en la República Dominicana  a partir de la triada de democracia, transparencia y eficiencia  se concluye que la democracia -a un alto costo histórico-  se consolida; los avances -aun lentos- en transparencia van haciendo más difícil que el Estado sea el botín  para dar el gran salto  que convierte a  los funcionarios públicos en pocos años  en grandes millonarios; más lo que interesa en esta ocasión y referido a la CDEEE, corresponde a un interesante caso del avance en  la eficiencia del Estado. Veamos.

La Ley 100-13 del 30 de julio de 2013 transfería las funciones de la CDEEE al MEM, pero exactamente dos meses después de promulgada, mediante Ley 142-13 se introduce un nuevo artículo (artículo 24) aplazando la transferencia de las funciones de la CDEEE al MEM por 5 años, es decir hasta el 2018; pero aun en el 2020, 7 años después, no se había realizado.

A tal punto que al 16 de agosto del 2020 la CDEEE tenía responsabilidades directas de generación eléctrica iniciando además la asunción de las entonces nuevas plantas de Punta Catalina; a partir de todas las idas y vueltas que habían tenido la distribución y comercialización también asumía dichas responsabilidades; así como-entre otras- la electrificación rural y suburbana.

Las autoridades del MEM del nuevo gobierno tuvieron que lidiar con todas las complejidades de una atrofiada estructura orgánica-funcional del Estado en materia de energía eléctrica; pero lo mas importante es haberle dado la solución más efectiva. Liquidando la CDEEE, haciendo de Punta Catalina una empresa estatal y reestructurando o creando varias instancias, junto con la coherencia de una infraestructura física que las integra.

Lo dicho de la estructura orgánica-funcional de tan positivos impactos en la eficiencia del Estado como componente de la triada democracia-transparencia-eficiencia, es una gran contribución, junto a otros sustantivos temas-problemas de energía ya destacados en otras entregas.