Juan Bosch, un liberal progresista marcado por el humanismo liberal europeo democrático (Rousseau) y el antillanismo moral hostosiano; José Fco. Peña Gómez, un apasionado de la social democracia de economía mixta y el liberalismo de Washington, y Joaquín Balaguer, un admirador de la cultura política anglosajona cuya doctrina del gradualismo reformista conservador fue su norte ideológico.

La pasta de que estaban hecho estos tres liderazgos no dejaba espacio para el mimetismo político y el transformismo ambidextrista: eran blanco blanco, colorao colorao o morado morado.  Estos tres dominicanos en su compromiso político, eran firmes en sus ideales, leales a sus principios y aferrados a un proyecto de pensamiento e ideal de sociedad. Sus modelos eran claros y diferenciados; con los que podíamos estar o no de acuerdo.

“Los vimos partir a los Tres. Siempre tuvieron rumbos claros, definidos y diferenciados. Las proas de sus barcos bien orientadas en caminos y destinos muy bien surcados. Nunca permitieron que el viento los llevara a cualquier lugar, sabían dónde ir, cómo y con quien. Cualquiera no podía ser compañero de sus travesías, sólo surcaban las olas y sus vaivenes con aquellos que tenían la misma forma de remar y batir el tiempo que ellos(https://acento.com.do/opinion/cuando-perdio-sentido-ser-de-un-partido-en-560-palabras-2-8744870.html)”.

Retomo dos fragmentos de esta Columna, el primero el anterior, publicado el 20/09/2015 para reflexionar sobre el grado y pérdida de sentido de la política y las llamadas fuerzas partidarias de nuestra cultura electoral, degrada hoy por hoy, y sin sentido de propósitos; por demás, presas de un proceso degenerativo, impulsado por la ideología ambidextra transformista-oportunista en que todo es “todo y na es na”.

¿De cuál de nuestros partidos usted conoce su diseño de políticas como mecanismo social de interés de gobierno? Probablemente de ninguno.  Arrimo a estas reflexiones el ensayo del filósofo Mario Bunge en su texto Filosofía Política -Solidaridad, Cooperación y Democracia Integral; en el que se plantean problemas de tres clases: citamos, “epistémicos, morales y prácticos.  La razón de ello es que el diseño de toda política exige algo de conocimiento acerca de los medios necesarios para conseguir los objetivos dados; así como la medida probable en la cual la implementación de la política influirá en el bienestar de las personas que, sin duda, serán afectadas por ella (p.431)”.

La ausencia de los que sé “es” como identidad partidaria, y hacia dónde se marcha. Marca en nuestro mundo político de democracia electoral 2024, un panorama político empobrecido y atrapado por la ideología del oportunismo, que, a juicio del autor antes citado, señala como base filosófica del mismo el utilitarismo pragmático, y que cito: “Una clase especialmente poco fiable de éste es el oportunismo fóbico o ataque a un único enemigo: antiamericanismo, anticomunismo, antisemitismo, etcétera. Su complemento, el oportunismo fílico o respaldo incondicional a una de las partes de un conflicto, es igualmente problemático (p.235)”. En el caso nuestro la exacerbación del antihaitianismo, precisión esta última, del autor de la columna.

La pedagogía política boschista, tiene como núcleo central en la formación de un militante de cualquier estructura partidaria; el conocimiento y estudio de la historia para no repetirla, en la educación como creación de la conciencia de lo que se es y lo que se quiere ser, Bosch establecía que “con un pueblo sin educación no se va a ninguna parte”.

Ya para concluir estas reflexiones, cito el segundo fragmento comprometido del artículo Publicado en mi columna de Acento, Pentagrama, en fecha de 20/09/2015:

“Ellos creían en una patria, en unos valores, en unos ideales, en unos sueños, en una justicia, en unos derechos y en una libertad. Puede llamarse cualquiera de ellos: Juan, José Francisco o Joaquín. Pudiera no ser tú boschista, peñagomista o balaguerista; pero, estar con cualquiera de ellos tenía sentido. Ellos navegaban por un propósito, con reglas claras; por una causa, por una razón: hacer posible y construir lo que creían y la sociedad a que aspiraban(https://acento.com.do/opinion/cuando-perdio-sentido-ser-de-un-partido-en-560-palabras-2-8744870.html)”

Fuentes consultadas:

Bunge, M. (2013) Filosofía Política, Solidaridad, Cooperación y Democracia Integral, Barcelona, Editorial Gedisa.

de Ruggiero, G. (2005) Historia del Liberalismo Europeo, Granada, Editorial Camares, S. L.

Olivero, J.T. Proceso de Defensa Fin de Máster Sociedad Democrática, Estado y Derecho (2023). TFM: “Juan Bosch, Pensamiento democrático y Ética Política”, Universidad del País Vasco, España.

Olivero, J.T. Artículo Pentagrama,  https://acento.com.do/opinion/cuando-perdio-sentido-ser-de-un-partido-en-560-palabras-2-8744870.html