Sé que quienes lean el título de este artículo podrían tildarlo de alarmista porque, si ante la situación que vive el hermano país lo peor está por venir, ¿qué más está por suceder?

En el día de ayer, el presidente de la Cámara del Senado de Haití, Joseph Lambert, informó que tres de sus agentes de seguridad fueron secuestrados, en medio de tensiones políticas entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Los guardaespaldas de Lambert fueron secuestrados el sábado por una banda armada, que solicita un rescate de 5 millones de dólares, según dijo el senador a Efe.

Lambert atribuyó el secuestro a la situación de “inseguridad general” que atraviesa Haití, sin vincularlo a posibles motivos políticos. Sin embargo en la actualidad los problemas políticos continúa por las tensiones en la disputa por el poder.

¿Cuál es el problema político que existe? Lambert tiene previsto pronunciar un discurso en el día de mañana desde la sede del Senado que está inoperativa desde enero de 2020 porque caducó el mandato de 20 senadores -dos tercios del hemiciclo- sin que se hubieran celebrado elecciones para renovar el organismo.

En su discurso, Lambert defenderá que el mandato de los diez senadores que continúan en activo termina en enero de 2023, algo que está siendo puesto en tela de juicio por sectores políticos próximos al Ejecutivo.

Los senadores en activo, los únicos cargos electos que continúan en el poder en Haití, fueron elegidos en 2016 y asumieron el cargo por seis años a principios de 2017.

No obstante, algunos sectores políticos defienden que el mandato de los senadores vence este lunes 10 de enero, basándose en una interpretación de la Constitución.

Si se observa es exactamente la misma crisis que se vivió previo al asesinato del presidente Jovenel Moïse y que sumió a Haití en una de sus peores crisis.

Se debe recordar que hace apenas unos días ya se produjo un atentado en contra del primer ministro Ariel Henry mientras participaba en el tedeum por motivo de la independencia de Haití.

Si los sectores políticos se envuelven en este tipo de conflictos sin buscar salida pacífica al mismo seguiremos diciendo que lo peor está por venir porque el liderazgo no se está comportando a la altura de la situación que se vive en el hermano país.

Ojalá que yo esté equivocado, sería para mí motivo de alegría, mientras tanto no miro con optimismo la realidad de Haití.