Como decíamos en el artículo anterior en estos últimos días del año, la mejor actitud podría ser separar un espacio de tiempo, el que no había sido posible tomar durante el año, para compartir con los demás desde una conversación con profundidad y calidez e interesarse por las circunstancias que vive el otro.

Es frecuente observar que, entre los familiares más cercanos, está un necesitado de algún tipo de asistencia, ya sea material, afectiva o de compañía. El hecho de separar un espacio de tiempo para conversar, escuchar al otro, es un detalle que puede resultar más significativo que un regalo material.

La moderación y la sobriedad son actitudes que pueden ser vividas en este tiempo de alegría, sin que esto afecte nuestra tradición, aunque para muchos sea difícil de asimilar, tal vez nos hemos acostumbrados a asociar la alegría de la navidad con parrandas, amanecidas y excesos de consumo tanto de comida, como de alcohol.

Es nuestro deber alertar sobre lo accesible que se hace el alcohol en estos tiempos para quienes no están aptos para consumirlo, dentro de este grupo de personas están, los menores de edad, así como aquellas personas que pudieran estar vulnerables a deprimirse, estos son los que atraviesan por alguna crisis vital o estresor, dentro de los que se encuentran: El divorcio o colapso afectivo, pérdida de un ser querido, quienes viven solos, quienes se han visto afectados por su salud física, quien se encuentra presionado económicamente o quienes están llevando un tratamiento de salud mental.

En estos últimos días hemos podido observar por parte de los conductores una alta velocidad en las carreteras y mucha agresividad al conducir en quienes usan vehículos pesados como camiones y patanas e incluso muchos choferes de autobuses que distribuyen pasajeros por todo el país. Esta conducta es preocupante si tomamos en cuenta la facilidad del uso de alcohol u otras sustancias en estos días y el efecto que provoca al conducir, lamentablemente en las últimas semanas hemos visto accidentes en los que se han visto envuelto conductores de este tipo de vehículos.

Otro tipo de conductor que se ha convertido en una amenaza y un peligro en nuestras vías son los motoristas, por la forma tan temeraria como conducen la mayoría, incluyendo los moto-conchistas que en su afán de encontrar pasajeros desarrollan velocidades insólitas y que al parecer han hecho el hábito de no respetar las señales de tránsito.

Finalmente recomendamos que estos últimos días del año nos tomemos un tiempo para la reflexión e invitamos a la introspección, visualizar y mejorar aspectos de la vida que no nos han permitido el crecimiento personal.

Prepararnos para el próximo año 2024, el cual será sin dudas un año de desafíos y retos a superar.