Primer caso. Juan salió de la consulta con el médico. En sus manos reposaba la receta donde figuraba la medicina a adquirir. Al llegar a la farmacia la entregó al empleado. Este llamó al Seguro equis. Rechazado. El nombre del médico no aparecía en el Código del Seguro. Juan protestó enseñando de nuevo la receta donde aparecía el membrete con el Exequatur del médico y su numero correspondiente. No hubo forma. Consecuencia: Juan tuvo que pagar de su bolsillo el costo de la medicina.
Segundo caso. María se apersonó a la farmacia equis. Mostró al empleado la receta. Este a su vez llamó al seguro. Rechazada. ___¿ Porque ?, preguntó María. El nombre del producto esta mal escrito. Hay falta ortográfica en el nombre de la medicina. El médico debió escribir con una T y el producto aparece escrito con una D. El empleado, pues, le recomendó al paciente que volviera donde el profesional para que rehiciera la receta. María, pues, decidió comprar de sus bolsillos el medicamento. Necesitaba de urgencia la medicina y era viernes y habría que pedir una cita con el profesional para la próxima semana.
Tercer caso. Luis va temprano en la mañana donde el cardiólogo, previa cita. Al final de la consulta tuvo que pagar 1500 pesos adicionales como copago. Al preguntarle al profesional la razón de ese copago el médico le dijo que solo recibía 350 pesos de la ARS y tenía que pagar empleado, el alquiler del consultorio, etc, etc.(Sin embargo, existe la Resolución 00175-2009 de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) que impide que los médicos cobren cuotas por consultas a sus pacientes.). Resignado, Luis no tuvo otra opción que pagar pero salió malhumurado
Cuarto caso. El tristemente célebre Percápita. Conforme a la última Resolución del Consejo Nacional de la Seguridad Social de octubre del 2021, el Per cápita por afiliado a las ARS se elevó a 1, 327.31. Andrés tenía años cotizando pero un día tuvo que ser internado en una clínica por problemas de salud. El creía que su Percápita se acumulaba. De ninguna manera. Resulta y viene a ser que ese dinero si no se utiliza engorda los bolsillos de las ARS y actúa igual como un seguro de vehículo. O sea, si al afiliado no se le presenta ninguna enfermedad ese dinero se acumula , no en manos del afiliado que es el que paga la cotización conjuntamente con el empleador, sino lo retiene la ARS. Una barbaridad. La salud manejada como un negocio cualquiera del sistema capitalista.
Quinto caso. Del lado de los médicos El doctor equis , neumólogo, decidió aumentar sus honorarios por pacientes. La ARS solo le paga 350 pesos por consulta y recibe ese dinero meses después. ¿Qué ha decidido el neumólogo? Simplemente cobrar un completivo a los pacientes que a veces llega hasta los 2000 pesos. Naturalmente, hay algunos médicos que abusan, pero hay que comprender que la inflación no solo golpea los pacientes sino también a los médicos, que además tienen que pagar empleados, costo de alquiler de los consultorios , tienen además que reactualizarse, conforme los avances de la medicina moderna, comprar equipos médicos sofisticados, etc. Consecuencia: los pacientes tienen que desembolsar millones de pesos para ser atendidos porque las ARS no aumentan los honorarios a los profesionales.
Como esos casos, miles se repiten a diario en el país. Ocasionando gastos multimillonarios de los dominicanos que están cubiertos por el Plan Básico de Salud y la Prestaciones conforme los artículos 129 y 130 de la Ley 87-01 que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social. Reduciendo de esta manera las condiciones materiales de existencia de los dominicanos, ya de por si golpeados por la inflación.
El 7 de septiembre el Colegio Medico tiene programado una marcha para denunciar los abusos y estafas de las ARS. Esta marcha está apoyada por 56 asociaciones de profesionales de la salud. Sostienen que se están violando las tarifas acordadas.
Todo esto nos lleva a considerar la necesidad de una revisión a fondo de la ley 87-01 sobre la seguridad social, en lo relativo a la organización y regularización de la ARS. La exigencia de la abolición del copago, la necesidad de instaurar a nivel nacional de una vez y por todas de la atención primaria y otras revisiones a la Ley.
Ponerle coto a las ARS y sus bellaquerías cotidianas con los pacientes y las recetas médicas, la exigencias de la inscripción de los médicos en un catálogo absurdo aun teniendo estos sus correspondientes Exequatur.
La SISALRIL debe ponerse, pues los pantalones y proponer resoluciones concretas para el fiel cumplimiento de las demandas de los usuarios y de los médicos para que la Ley 87-01 cumpla con su misión original y se adapte a las nuevas realidades en beneficio de los sectores vulnerables del país.