Hoy me complazco en contar algunos detalles de lo que considero un emprendimiento virtuoso.
Me refiero al emprendimiento impulsado por dos personas que han encontrado una especie de “Ikigai” en la práctica de una actividad a la que se entregan con demostrada pasión. Ellos han logrado involucrar a cada vez más personas, incluyendo gente muy buena en lo que hace, y de manera creciente van provocando bienestar y hasta generando lecciones para su entorno y para la sociedad en sentido general.
Se trata de dos hombres jóvenes con afición por el “running”, como actividad para aplicar el viejo concepto de “mente sana en cuerpo sano”. Independientemente de antecedentes relacionados con entrenamiento militar, entretenimiento y hasta ritual religioso que tuvieron ese tipo de actividades para antiguas civilizaciones en Egipto, China, Grecia y Roma, dos santiagorrodriguenses han encontrado en ello oportunidad para trascender.
Sencillamente, lo que en principio quizás fue solo la rutina de trotar, con el paso de los días ha ido avanzando, sumando público y repercutiendo más allá de límites provinciales y regionales. Un empleado privado y un maestro de escuela están liderando un proceso que destaca por las virtudes que dan real sentido al cultivo del cuerpo y a la práctica deportiva.
En una primera etapa, Kelvi y Juan Pablo se contentaban con el ánimo que les provocaba la compañía de algunos corredores que encontraban deleite en una actividad con muy buenos beneficios para mantener o mejorar la salud cardiovascular y controlar el peso. Después entendieron que también sirve para fortalecer músculos y huesos, mejorar la flexibilidad y el equilibrio, aumentar la energía, reforzar el sistema inmunológico, así como otros múltiples beneficios mentales y emocionales, en fin, para vivir más y mejor.
En el año 2022, Kelvi Espinal y Juan Pablo Bourdierd asumieron el riesgo de convocar a amigos atletas, aficionados del running y público en general a lo que denominaron “Santiago Rodríguez Corre 2022”. Esa primera versión concitó un entusiasmo que atrajo a destacados atletas de diversos puntos del país. Pero a nivel de Santiago Rodríguez sirvió como escenario para demostrar lo que es posible lograr cuando se abraza una meta con pasión.
La gente no solo esperaba con ansias una nueva versión, sino que desde muy a tiempo fue necesario cerrar las inscripciones porque la logística del equipo organizador no alcanzaba para dar adecuada respuesta a todo el deseo de integrarse y demostrar lo que una población organizada y motivada en torno a un propósito es capaz de obtener.
El más reciente hito de estos dos emprendedores está relacionado con una fecha que suele ser aprovechada, además del mercado, por mucha gente que no escatima medios para lograr sus fines. Como es más que sabido, ese sentimiento en torno al ser que “nos disipa el miedo, nos calma el dolor, con sólo brindarnos su regazo santo, con sólo cantarnos…” suele ser muy desviado de los reales deseos de las madres.
Pero en Santiago Rodríguez, más de setenta madres celebraron su día con mucho más regalos. Allí, un recorrido de cinco kilómetros se convirtió en escenario para cultivar y mejorar relaciones, fortalecer lazos comunitarios, fomentar la empatía, demostrar los beneficios del trabajo en equipo, entre otras múltiples ventajas de una actividad en la que cada una compitió, pero solo consigo, porque el foco estuvo en cooperar.
Fue maravilloso ver atletas animando a madres que optaron por correr. Resultó enternecedor observar equipos que daban soporte a quienes solo podían caminar. Esas fueron solo algunas de las múltiples expresiones que caracterizaron una jornada que llenó de emociones esa singular celebración del Día de las Madres en Santiago Rodríguez.
Sencillamente, en esa jornada quedó evidenciado que además de las ventajas relacionadas con la salud corporal, mental y emocional, la práctica deportiva es ruta ideal para construir y mejorar la comunidad y toda la sociedad.
Ojalá que tanto las autoridades como el sector privado, junto a quienes de verdad se interesen por mejorar vidas, vean en este emprendimiento virtuoso una muestra de todo lo que se puede (y debe) hacer para generar bienestar, para promover desarrollo, para que tengamos vida en abundancia.