Aunque las elecciones se celebrarán el año que viene, hace tiempo que la campaña política arrancó, violando las disposiciones legales sobre la materia, parece que los partidos no le hacen mucho caso a la Junta Central Electoral.

En países más civilizados que el nuestro, las campañas políticas están fuertemente reguladas tanto en cuanto a tiempo de duración, como a utilización de recursos y usos de espacios en medios de comunicación. Lo que se busca con estas disposiciones es una mayor equidad entre los participantes, control en la recepción y utilización de recursos públicos y privados, limitar el tiempo dedicado a eventos que puedan afectar a los ciudadanos y tratar de evitar campañas insultantes y ofensivas.

Aquí estamos tratando de modificar las leyes existentes para intentar lograr algo parecido, pero los políticos no quieren control ni limitaciones.

Otro tema estrechamente vinculado con el electoral es el de la reelección, aunque oficialmente el Lic Abinader no ha anunciado su repostulación, todo indica que lo hará. No existe impedimento legal alguno que lo impida, en su partido no existe nadie que pudiera disputarle con éxito la candidatura y son muy remotas las posibilidades de que un candidato de la oposición resulte victorioso. Los astros parecen estarse alineando todos a su favor.

 

Creemos que la reelección no es mala de por sí, lo pernicioso son los métodos que se han utilizado para lograrla, especialmente aquellos impulsados por quienes se han aficionado a las mieles del poder y han temido como el diablo a la cruz caer abajo. Estos individuos, en busca de sus propósitos han sido capaces de cometer barbaridades que le han hecho mucho daño al país. Esperamos que esa mosca no le pique al Presidente, para que no cometa los mismos errores que sus predecesores.

 

Ahora bien, la democracia no prohíbe la reelección, este es un sistema que propicia la alternabilidad en el poder y ofrece libertades que permiten el desarrollo de nuevos liderazgos, tanto al interior de los partidos como en las organizaciones sociales. Los partidos conspiran contra ellos mismos cuando se aferran a un solo individuo y asfixian las pretensiones que surgen en su seno. Los propios dirigentes y militantes que aspiran y se sienten con condiciones para ello, deben ser los más interesados en que sus organizaciones sean más abiertas y propicien el surgimiento de nuevos líderes.

 

Somos partidarios del sistema que establece dos períodos consecutivos de gobierno y nunca más, pues un período de cuatro años puede parecer interminable cuando la presidencia está en manos de quien no tiene las condiciones para ejercerla, o bien lucir cortísimo cuando un equipo de gobierno lo está haciendo bien. La reelección no es ni mala ni buena, al final todo depende de los hombres, las mujeres y las circunstancias.

Insisto, que lo importante es tener instituciones fuertes que estén por encima de los hombres y el poder y jueguen su papel con responsabilidad y sin temor, sólo así esta Nación podrá sin sustos ni sobresaltos transitar el camino del progreso.

 

Mientras el hacha va y viene, veremos cómo a medida que se acerque el 2024 la campaña se tornará más agria, los pronunciamientos serán más agresivos y atrevidos y las redes sociales reproducirán las más disparatadas acusaciones. Mientras eso ocurre, estemos vigilantes, no nos llevemos de falsos rumores ni de encuestas amañadas y cuando llegue la hora de votar hagámoslo teniendo en cuenta qué es lo mejor para el país y sus habitantes.