De las elecciones municipales del pasado 18 de febrero hay mucho que decir. En primer lugar ha sido el proceso electoral en la historia electoral, donde se ha producido mayor nivel de abstención, 53% de la población votante. Eso quiere decir que del padrón electoral de 8,073,589 dominicanos con derecho al voto, más de la mitad no fue a votar superando las del 2020 a causa de la pandemia COVID-19, los ciudadanos con derecho al voto tenían temor ir a votar, para evitar ser contagiado, aun así la abstención fue de 51% menor que las de estas elecciones del 2024.
Aún más, en los 28 municipios de mayor población de votantes la abstención fue de mas de un 58%, es decir que menos del 42% de la población de dichos municipios es que fue a ejercer su derecho al voto.
Haciendo un poco de historia, en el año 1962, cuando se celebraron las primeras elecciones municipales y votó el 82% de la población en edad de para votar, la abstención fue de un 18%. En el año 1966 la abstención fue de 19.8%. En el año 1974 de 24.32%. En el año 1998, cuando se separaron de nuevo de las presidenciales luego de 30 años celebrándose juntas, el grado de abstención en las elecciones municipales fue de alrededor de un 49%.
En las elecciones congresionales y municipales del año 1998, influyó el hecho que de un PRD en la oposición fortalecido y a raíz de la muerte de su líder José Francisco Peña Gómez, tanto los perredeístas y un segmento de la población independiente, fue a las urnas a votar blanco como un tributo a su líder fenecido.
En las elecciones municipales del año 2002 hubo una abstención de un 51%, votaron 2,185,805 y estando en el poder Hipólito Mejía del PRD, este partido obtuvo 1,011,883, contra 1,173,922 de la oposición compuesta principalmente por PLD y PRSC; la tasa de abstención para esas elecciones de medio término (congresuales y municipales) del año 2002 fueron del 47% de la población inscrita en el padrón de la Junta Central Electoral.
Aun con todo ese poder acumulado por el PRD en los procesos electorales de los años 1998, 2000 y 2002 y con Hipólito Mejía en el gobierno, utilizando de forma abierta los recursos del Estado para intentar reelegirse en el año 2004, como resultado de su desacertada política económica, expresada en aumento del nivel general de precios como consecuencia de una inflación que sobrepaso el 50%, asumió el poder en el año 2004 Leonel Fernández.
Las abstención en las elecciones congresionales y municipales del año 2006 disminuyó hasta el nivel de 41.7% y volvió a aumentar ligeramente en el año 2010 hasta el a 47.47% para volver a disminuir en el año 2016 bajando dicha abstención a 31% , expresándose en estos periodos mayor participación de la población en los procesos electorales locales y así se puede evidenciar entonces un mayor fortalecimiento de la democracia en la República Dominicana.
La alta abstención que se produjo en las pasadas elecciones de febrero se atribuye al bajo interés de la población en este tipo de elecciones a nivel de alcaldías, directores, regidores y vocales. Sin embargo el mayor peso que influye en tan alta abstención se puede evidenciar que fue inducida por PRM y el gobierno, distribuyendo dinero del Estado a través de la compra de cédula y otras modalidades, para que gran parte de la población votante que no favorecía en su simpatía con los candidatos de este partido no fuera a votar.
El presidente Luis Abinader se pronunció, luego de concluidas las elecciones, en una intervención pública, manifestando que se ha fortalecido la democracia con esta elecciones municipales de febrero, cuando es todo lo contrario, a partir de la alta abstención y por el contrario con estos resultados más bien lo que se ha producido es una reducción del grado de democracia en la Rep¿ublica Dominicana, además que los cuantiosos recursos del Estado distribuidos afectan las finanzas públicas, recursos que deberían estar destinados a inversiones públicas.