Este domingo 18 de febrero se están celebrando las elecciones municipales, propiamente en 158 municipios y 228 distritos municipales. Cuatro niveles de elección para escoger igual numero de alcaldes y directores respectivamente; además 1,164 regidores y 735 vocales.

La ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios de la República Dominicana, que establece que:

“El ayuntamiento constituye la entidad política administrativa básica del Estado Dominicano, que se encuentra asentada en un territorio determinado que le es propio. Como tales una persona jurídica descentralizada, que goza de autonomía política, fiscal, administrativa y funcional, gestora de los intereses propios de la colectividad local, con patrimonio propio y con capacidad para realizar todos los actos jurídicos que fueren necesarios y útiles para garantizar el desarrollo sostenible de sus habitantes y el cumplimiento de sus fines en la forma y con las condiciones que la Constitución y las leyes lo determinen”.

En ese sentido con relación a lo que establece la ley municipal y partiendo de que se van a producir  cambios y es importante que se produzcan los mismos, ya que con la nueva visión y misión con respecto al impulso del desarrollo económico, social y cultural, que se le está encomendando a los ayuntamientos, es necesario que su dirección, llámese alcaldías y salas capitulares, están llamados a impulsar políticas públicas de desarrollo local, que impacten positivamente  en la organización de las ciudades, la reducción de la pobreza y la mejoría desde el punto de vista del medioambiente.

Dentro de los retos que se les plantean a los ayuntamientos, como gestores de los territorios a nivel local, están los delineados en la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo, así como desde el punto de vista de la agenda 20-30 de desarrollo sostenible que plantea el alcance de cara al año 2030, de 17 objetivos de desarrollo humano y social.

A través de los presupuestos participativos los ayuntamientos tienen la oportunidad de hacer frente a prioridades de las comunidades, identificadas en ejercicios participativos, obras que pueden contribuir a enfrentar problemas de agua y saneamiento, pequeñas obras publicas de infraestructura y de obras viales para mejorar las condiciones de medio ambiente, recreación y tránsito, sobre todo en los barrios más empobrecidos.

Otro gran reto que se les plantea a los ayuntamiento en el próximo periodo es la asunción de la ley de gestión territorial, a partir de que, son estas entidades locales las máximas responsables, para hacer cumplir la distribución de las diversas actividades en el territorio en donde gobiernan, tanto desde el punto de vista del desarrollo urbanístico, organización del transporte, la regulación del crecimiento de las actividades industriales y comerciales, promoción de un medioambiente sostenible, cultura, deporte, entre otras actividades.

A raíz de la ley (176-07), los ayuntamientos lograron alcanzar mayor nivel de autonomía del nivel central del Estado. Este proceso de descentralización conllevó a que se aprobara

Es por tanto de suma importancia que los habitantes de los municipios y distritos municipales reflexionen detenidamente con respeto a las propuestas que hacen los candidatos y su capacidad para gestionar, que sus promesas, contenidas en sus programas de gobierno, se cumplan, porque va repercutir en el bienestar de los ciudadanos de esas demarcaciones territoriales.

Es importante que no solo haya cambio en términos de los políticos que podrían sustituir a las presentes autoridades, del período que finaliza en abril, sino que además que se considere la posibilidad de quiénes van a dirigir los destinos de las ciudades para el período 2024-2028.

Que gane el mejor, que se sabrá, si es así en los cuatros años que le tocará gobernar el municipio.