“Cuando la política se usa como un medio para alcanzar un fin, cuando la fuerza se utiliza para alcanzar la libertad, entonces los principios políticos quedan extinguidos”. Hannah Arendt
La democracia como sistema político, encuentra en el voto uno de sus pilares fundamentales. Este acto cívico no solo garantiza la representatividad de los ciudadanos en los gobiernos, sino que también es el medio por el que se canalizan las aspiraciones y demandas de la sociedad. En este contexto, la participación de la juventud adquiere una importancia crucial, porque no solo representa el presente de la nación, sino que también aporta ideas innovadoras, frescura y una visión renovada de los procesos democráticos.
El voto es la expresión más directa de la voluntad popular, es a través de él que los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir a sus representantes, quienes serán responsables de tomar decisiones en su nombre y velar por el bienestar común. Esta capacidad de influir en la configuración de los gobiernos y en la toma de decisiones políticas, es lo que dota de legitimidad al sistema democrático.
Es el voto el que garantiza que el poder emane verdaderamente del pueblo y que nuestros gobernantes estén obligados a rendir cuentas ante él.
Sin embargo, la importancia del voto va más allá de su función como mecanismo de elección de nuestras autoridades, el acto de votar es un ejercicio de ciudadanía activa. Cuando ejercemos este derecho, estamos contribuyendo al fortalecimiento de la democracia y al desarrollo de una sociedad más equitativa y justa; es a través del sufragio que se puede impulsar la profundización de los cambios sociales, defender los derechos humanos y promover la inclusión.
Por esto, la participación de la juventud cobra especial importancia. Durante mucho tiempo se sostuvo la idea de que los jóvenes eran apáticos o desinteresados en los asuntos políticos, no obstante, cada vez es más evidente su compromiso y activismo en la construcción de sociedades más participativas y democráticas. Los jóvenes, con su creatividad, energía, capacidad y nuevas ideas para cuestionar el status quo, aportan una perspectiva renovadora de la práctica política.
La juventud representa un segmento significativo en la población de muchos países, su participación, sin dudas, impacta los resultados electorales. Es importante estimularlos y que comprendan que su voz y su voto son poderosos instrumentos de cambio.
En la República Dominicana, de acuerdo con las estadísticas de la Junta Central Electoral respecto del Padrón para las venideras elecciones del 19 de mayo, los jóvenes representan 2,223,438 votantes, cerca de 27.18% segmentados así:
Para que los jóvenes puedan ejercer plenamente su papel en los procesos electorales, es necesario que se eliminen las barreras que dificultan su participación; integrarlos en los espacios, garantizar su acceso igualitario a la educación cívica y política, buscando la vitalidad y representatividad de la democracia.
Participar implica compromiso ciudadano, informarse sobre los candidatos y sus propuestas, debatir ideas y comprometerse. Todos debemos acudir a las urnas, es un acto de responsabilidad que fortalece y legitima el sistema político; juntos debemos fomentar una cultura democrática que valore y promueva la participación de la población, especialmente entre los jóvenes.