Mi unicornio azul ayer se me perdió.
Pastando lo deje y desapareció
Cualquier información
Bien la voy a pagar.
Las flores que dejó no me han querido hablar. * (Silvio Rodríguez).
Hablando de Otto Rene Castillo, advertía Roque Dalton sobre el riesgo que puede propiciarle su muerte admirable, de pasar a la historia como un santón, como uno de esos personajes planos a que nos tienen acostumbrados el apologismo póstumo. Lo dicho sobre el poeta guatemalteco es válido también para el propio Dalton.
Su participación en la guerra revolucionaria de El Salvador y su controvertida muerte en 1975, con frecuencia hacen perder de vista la verdadera dimensión de este hombre complejo, impuro y libre.
“Era uno de esos gambusinos solicitario que remueven la arena incansablemente” dice su hermana Margarita, haciendo alusión con estas magnificas palabras al intelectual que discurrió, siempre con originalidad y lucidez, por ensayos literarios y políticos, obras testimoniales, obras de teatro, novela y poesía.
Roque Dalton fue fundamentalmente un poeta. Y en este campo hay que destacar esa “ironía permanente del audaz” que atraviesa su poesía, pero también la actitud de búsqueda, de experimentación, de riesgo frente al hecho estético.
Dalton acostumbraba a decir que había llegado a la revolución por la vía de la poesía. Su visión del escritor como “una conducta moral”, lo llevo a proponer desde muy temprano, la necesidad del compromiso con la lucha de liberación nacional.
Había nacido en San Salvador el 14 de marzo de 1935. Algunas de sus obras son: El Turno del Ofendido (poesía,1964; Taberna y Otros Lugares (poesía,1969; Miguel Mármol (testimonio,1972; Las Historias Prohibidas de Pulgarcito (1974); Pobrecito Poeta era Yo (novela,1982.
*Historia de Unicornio Azul, la popular canción del cubano Silvio Rodríguez inspirada en su amigo salvadoreño Roque Dalton, poeta revolucionario que perdió la vida como combatiente clandestino en el Ejercito Revolucionario del pueblo
Una de su poesía que más me gustaba declamar entre mis amigos(as)intimo es la siguiente.
COMO TU
Yo, como tú,
Amo el amor, la vida, el dulce encanto
De las cosas, el paisaje celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle y ríos por los ojos
Que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.
Y que mis venas no terminan en mí,
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
EL ALMA NACIONAL
Patria dispersa: caes
Como una pastilla de veneno en mis horas.
Quién eres tú poblada de amos
Como la perra que se rasca junto a los mismos arboles
¿Qué
mea? ¿Quién soporto sus símbolos,
Tus gestos de doncella con olor a caoba,
¿Habiéndote arrasada por la baba del crápula?
¿A quién tienes harto con tu timidez?
¿A quién aun convences de tributo y vigilia?
Como te llamas, si despedazada,
¿Eres todo el azar agónico en los charcos?
¿Quién eres,
Sino este mico armado y numerado,
pastor de llaves y odio, que me alumbra a la cara?
Ya me bastas, mi bella
Madre durmiente que haces heder la noche de las cárceles:
Ahora me corroe los deberes del acecho
Que hacen del hijo bueno un desertor,
Del pavito coqueto un pobre desvelado,
Del pan de Dios un asaltante hambriento. (Penitenciaria Central, octubre de 1960.