Para hacer contacto directo con la naturaleza, basta caminar por el suroeste dominicano, esta parte del país ofrece al visitante recursos naturales, en solo minutos, sol, playas, ríos y montañas, y los más variados microclimas.

Desde Palmar de Ocoa y Puerto Viejo en Azua, lugares que conforman el entorno de Bahía de Ocoa, sus aguas transparentes y color azul y buena salinidad, se convierten en el mejor espacio para disfrutar de los deportes acuáticos, y mejores características para los que gustan  de la pesca, por ser una zona  de media profundidad, lo que hace más apropiada esta actividad.

La región sur ofrece diversidad de atractivos naturales.

En Azua de Compostela, ciudad histórica, fundada en 1504, por Diego Velásquez, ofrece  atractivos donde se puede descansar disfrutando del pasado legendario, Iglesias, las ruinas del Convento Las Mercedes y del Ingenio Cepi-Cepi, fundado por Don Diego Caballero, manantiales de aguas sulfurosas, el monumentos de la histórica Batalla del 19 de marzo de 1844, lugar donde los dominicanos se impusieron al invasor, edificios, clubes culturales y sus parques.

A pocos kilómetros al sur de la ciudad, está Pueblo Viejo, donde se pueden palpar las piedras donde reposan los restos del bravo cacique Enriquillo, el primero de su raza en levantar la voz de protesta contra el conquistador español precolombino.

En esta tierra se puede observar las grandes plantaciones agrícolas, melón, tomate, plátanos, guineos, mangos, etc. En sus proximidades, está la mina de sal marina,  playa blanca, cuyo nombre fue dado por sus blancas arenas de granulometría fina, fondo limpio, que se distingue por ser un lugar de poca  sombra.

Azua ofrece igualmente, Puerto Tortuguero, lugar donde  se escenificó la primera batalla marina entre dominicanos y haitianos, dando origen a la Marina de Guerra Dominicana. En  el mismo litoral se encuentra Playa Caracoles, y Boquita Chiquita, lugar por donde  desembarcaron los expedicionarios de Caracoles, mejor conocida como la Playa de Caamaño.

Azua ofrece  al mismo tiempo, playas como Caobita, en los Negros, donde está  el puerto de desembarco de gas licuado. Arroyo Francisco, Aguas termales de Vichí, en Las Yayilas. El Petróleo de Higuerito y Meleno, fuentes que en los años 70s, fueron usados para la generación eléctrica, proyectos agrícolas en El Sisal, lugar que  fuera un campo de concentración y torturas, durante la Era de Trujillo.

En Peralta, ya la zona  de montaña, está el balneario conocido como Lagunita. Asimismo, la Ermita de la Virgen de la Altagracia en el barrio de El Barro, al norte de la  ciudad de Azua.

Siguiendo ruta  hacia Barahona, encontramos la Presa de Monte Grande, en el sector de Las Minas, tropezamos con las aguas termales en Canoa,  numerosas playas, desde Saladillas, donde ofrece una ensenada abierta y una topografía llana, con oleajes suaves, con arenas granuladas. Desde este lugar se visualiza toda la infraestructura de la ciudad por su cercanía, agua potable, electricidad y transporte.

En este andar, en ruta hacia Pedernales, se disfruta de las playas, San Rafael, Los Patos, Paraíso, Baoruco, Ciénega, Quemaito y los Patos. Además de los Ríos, San Rafael y Los Patos.

Adicionalmente, a estas playas se suman paisajes como el que ofrece la Laguna de Cabral o Rincón, como parte del antiguo brazo de mar que se unía la Bahía de Neiba, en Barahona y Puerto Príncipe, Haití, pasando por el al Lago Enriquillo.

En este litoral podemos observar las Minas de Sal, Yeso y Larimar. En Polo, zona de montaña, se disfruta de las bajas temperaturas, cultivares de café y otros frutos menores. Además del Polo Magnético o ilusión óptica.

 Circunvalando toda la costa hasta llegar a Pedernales, declarado en 1978, IV polo turístico y ampliado en 1987 para incluir el Lago Enriquillo, encontramos la laguna de Oviedo, con sus características aguas de color verde, lugar propio para recreación y deportes acuáticos, El Parque Eólico, Los Cocos, y las Llanuras de Sansón, y los Olivares.

 Además, Bahía de Las Águilas, atractivo de valor para el desarrollo del nuevo polo turístico, Parque Nacional Jaragua, Hoyo de Palempito, singular micro valle de agradable temperatura.

 En la carretera Azua, Barahona, haciendo ruta para Vicente Noble, Tamayo Zona Cañera, Galván, Neiba, Villa Jaragua, Las Clavellinas, Los Ríos, La Descubierta, Boca de Cachón, Jimaní,  El Limón, Duvergé, Colonia Mixta, y Cabral,  La llamada carretera circuito vial Lago Enriquillo, encontraremos los mejores balnearios del Sur dominicano, Río Blanco o Neiba, hoy Yaque del Sur, Las Marías, Viñedos, bodegas y fabricación de vinos,   Las Barias, cuyas  aguas ofrecen una baja temperatura, propia para enfrentarlas las altas temporada.

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En esta Ruta encontramos El Lago Enriquillo, el mayor en tamaño de las américas y el único de agua salada bajo el nivel del mar, El Lago del Fondo o Sumatre, en la frontera con Haití, aguas azufradas en Duvergé  así como las Lagunitas en el Limón.

Frente al Lago Enriquillo, están las Caritas, donde se observan los tallados Petroglifos indígenas, rústicos talados arqueológicos, vestigios de nuestra primera cultura.

Para los que toman ruta hacia San Juan, les recomendamos visitar el Corral de los Indios, Las Presas de Sabana Yegua y Sabaneta, Yaque del Sur, y sus afluentes Mijo y San Juan. Los monumentos y lugares históricos, monumento a los héroes de la Batalla de Santomé, Catedral de San Juan, Hotel Maguana, Parques y plazoletas. Parque José del Carmen Ramírez, en la Cordillera Central. Para disfrutar de buen clima.

 En las Matas de Farfán, encontramos las tumbas de los mártires de las guerras restauradoras. Ya en Bánica, encontramos una Iglesia en mampostería que data del 1739 y un reloj de sol construido en 1795, por los colonizadores españoles.

Como podemos ver, el Sur en un breve espacio, ofrece un verdadero contacto con la naturaleza.