Se sufre enfermedades, pérdida de seres queridos, pérdida de posición social y fortuna, fama. Se sufre también por desamor, por aferrarse a lo que se posee o por desear desmedidamente lo que no se posee, y por caer bajo la influencia de pensamientos emocionales negativos. Es una amplia gama, y algunos de esos sufrimientos son el resultado de la vida, del diario vivir. Sin embargo, los más devastadores son los que el individuo mismo se provoca a través del apego, la envidia, el deseo desmedido, el sentirse infeliz con lo que tiene.

Comprendiendo el sufrimiento de otros a través de la compasión, aprendemos a manejar nuestro propio sufrimiento y manejando nuestro propio sufrimiento, retomamos el equilibrio de una vida posible.

Para disminuir el sufrimiento, debemos reducir la cantidad de deseos y apegos a las cosas y eventos externos que tengamos.