Con la Primera Conferencia Internacional Americana realizada en Washington, entre 1889-1890 (no con la propuesta unionista de Simón Bolívar o con el origen de la Doctrina Monroe, como afirman algunos), se da inicio al Sistema Interamericano. Los dos procesos mencionados, podrían ser considerados como antecedentes indirectos, pero nunca directos. Esta Primera Conferencia Americana nada tuvo de improvisación, fue el producto de una planificación estratégica. Para ese entonces, EEUU, recién comenzaba a definir sus fronteras más allá de las 13 colonias iniciales. Sólo cuando logró consolidarse internamente: luego de las guerras con Inglaterra, con México, su guerra civil o de secesión y, después de la conquista del oeste, EE.UU. se proyectó al plano internacional, comenzando a constituir el Sistema Interamericano a finales del siglo XIX, con el Panamericanismo como antecedente directo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

La Organización de los Estados Americanos (OEA) es la organización regional más antigua del mundo, como vimos, se remonta a la Primera Conferencia Internacional de Estados Americanos, celebrada en Washington, D.C., de octubre de 1889 a abril de 1890. En esta conferencia o reunión se aprobó la creación de la Unión Internacional de Repúblicas Americanas. La Carta de la OEA se suscribió en Bogotá en 1948, entrando en vigor en diciembre de 1951. Como se observa, esto no sucedió de la noche a la mañana. En este largo período, de 1890 a 1948, se sucedieron una serie de acontecimientos de suma importancia, en forma de Conferencias Pan o Inter Americanas, que nos muestran no sólo el origen y desarrollo de la Organización, sino también los intereses que motivaron su creación. En efecto, la disonancia de intereses en relación Estados Unidos-América Latina ha sido una constante en la construcción hemisférica. Lo paradójico es, que la prioridad en lo económico o en la seguridad será adoptada sucesivamente por Estados Unidos o por América Latina, pero nunca por ambos al mismo tiempo.

 Es así, que en la Primera Conferencia Pan-Americana de Washington 1889-1890, hito que marca, como ya se dijo, el inicio de la construcción del Sistema Interamericano, cada parte asiste con la expectativa de concretar su interés. Del lado latinoamericano, el interés prioritario estaba puesto en la seguridad: en los conflictos entre los países de América Latina y en la preocupación creciente por las intervenciones de EE.UU. en países de la región. En cambio, del lado estadounidense, el objetivo era convencer a los países latinoamericanos de crear una zona de preferencias comerciales: una unión aduanera acompañada de un sistema de solución de las controversias que pudieran surgir. Ambos proyectos fueron rechazados por lo países latinoamericanos. No obstante el revés anterior, la diplomacia norteamericana persistiría, logrando obtener la creación, por un lado, de una Oficina Comercial Americana, bajo la supervisión de la Secretaría de Estado de EE.UU. (Departamento de Estado); y por otro lado, la creación de un foro Panamericano, que evitó que se consolidara un bloque latinoamericano liderado por Argentina en contra de EE.UU. Este foro, cuya denominación originaria fue Unión Internacional de Repúblicas Americanas (UIRA), en 1910 pasó a llamarse Unión Panamericana, ámbito donde se canalizó la cooperación económica, social y cultural interamericana. Esta entidad funcionó principalmente a través de conferencias sucesivas, al principio denominadas panamericanas y luego interamericanas, constituyendo, ratificamos, el antecedente directo del sistema interamericano actual.

Ahora lo comprendemos mejor: la Conferencia de Washington de 1889-1890, fue la primera de una serie de Conferencias a través de las cuales fue construyéndose el Sistema Interamericano. Las conferencias se sucedieron con distintos intervalos y en cada una de ellas se trató un tema principal. De esa manera, en México en 1901-1902 se realizó la II Conferencia Interamericana, en la que se creó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el mandato de mejorar la salud de los pueblos americanos en general y con especial atención a los grupos más vulnerables. Esta Organización nos sirve de ejemplo para mostrar cómo el Sistema Interamericano preexiste a la OEA, aunque luego de su creación el Sistema se reestructuró en función de ella: en 1950, dos años después de la aprobación de la Carta de la OEA, la OPS pasó a ser un Organismo especializado de la Organización de los Estados Americanos (OEA). La existencia del mecanismo de Conferencias se mantuvo hasta 1970, momento en que fueron reemplazadas por los períodos de sesiones de la Asamblea General de la OEA.